La creación de valor compartido se refiere a un proceso estratégico a través del cual las corporaciones pueden convertir los problemas sociales en oportunidades comerciales.
El viaje de valor compartido comenzó después de la publicación en 2006 del artículo de Porter y Kramer titulado “Estrategia y sociedad: el vínculo entre la ventaja competitiva y la responsabilidad social empresarial”.
Sin embargo, el término “creación de valor compartido” se definió formalmente 5 años después como las “políticas y prácticas que mejoran la competitividad de una empresa y al mismo tiempo promueven las condiciones sociales y económicas en las comunidades en las que opera” (Porter & Kramer, 2011, pág.6).
Este enfoque estratégico de valor compartido posee una estrecha relación con la responsabilidad social corporativa estratégica, así como la teoría de las partes interesadas, términos que en los últimos tiempos se han mantenido en el centro de atención tanto en el mundo empresarial como en el académico.
El artículo de Porter y Kramer (2011) “La gran idea: crear valor compartido” fue un gran avance en la conceptualización de cómo promover las ganancias mientras se resuelven los problemas sociales, generando esfuerzos en los gobiernos, grupos de activistas y académicos, todos en contra de las prácticas corporativas despiadadas para obtener ganancias.
La creación de valor compartido se ha introducido como un nuevo concepto, que probablemente se convierta en el salvador del capitalismo (Porter y Kramer, 2011). Sin embargo, los estudiosos de la ética empresarial la han criticado por no ser más que una palabra de moda o una moda de gestión, ya que se deriva de modelos existentes; carece de evidencia empírica y es criticada por bloquear la innovación transformadora.
No hay duda que la creación de valor compartido está íntimamente relacionada con modelos existentes como la responsabilidad social empresarial estratégica y la teoría de los grupos de interés.
A pesar de su creciente popularidad y desarrollo como concepto controvertido, existen dudas del empresario ante ciertas interrogantes: ¿Por qué una empresa debe estar motivada para crear valor compartido? ¿Cómo puede una empresa crear valor compartido? ¿Cuál es el papel de los factores externos e internos para llevar a las empresas a crear valor compartido con éxito?
Para poder desarrollar valor compartido se debe abordar un consenso conceptual y la diversidad de opiniones expresadas, sistematizádolos, ya que parece estar fragmentada, a pesar de sus valiosos aportes.