La medición del rendimiento del sistema de gobernabilidad contribuirá a la eficiencia y eficacia de la prestación de servicios públicos, que incluye la asignación de presupuesto, la rendición de cuentas, la toma de decisiones, entre otros, y por ende el desempeño de la organización.
Según estudiosos la auditoría de desempeño es independiente, realiza evaluaciones al cumplimiento de los objetivos, validando los esfuerzos gubernamentales, que van de acuerdo con los principios de economía. Una auditoría se centra en examinar la implementación de procesos o actividades gubernamentales.
Tiene como objetivo contribuir a la mejora de la gestión, reflejándose en una buena gobernanza, con cuentas claras y transparencia. Se conoce a la auditoría de desempeño como Value for Money o la auditoría de 3E (economía, eficiencia y eficacia).
El desempeño del sector público ha estado en el centro de los debates sobre la gestión pública, junto con la adopción de reformas de la economía y crisis financieras; esta presión a los gobiernos insiste en un incremento de su rendimiento en pro de una mayor eficiencia para fortalecer la confianza de los ciudadanos.
La Contraloría General de la República es la más indicada para realizar este tipo de auditorías, por su independencia, objetividad y fiabilidad;
la evaluación que realice a la organización pública, debe estar orientada al desempeño del sistema en general, es decir, procesos, operaciones, programas, actividades y capacidad del personal principalmente, fortaleciendo sus avances o de lo contrario hallando posibilidades de mejora.
Actualmente, en Perú no se elaboran políticas de rendimiento, ni la implementación de estas, pese a su utilidad. Un número creciente de estudios ha analizando el impacto y los hallazgos de informes de auditoría de desempeño sobre la eficiencia y eficacia del sector público, encontrando fuertes debilidades en estas organizaciones, en especial en el rendimiento del personal, convirtiéndolos en entes burocráticos y de baja ejecución presupuestal.
Se espera que el debate político contribuya al desarrollo y formalización de metodologías de auditoría de desempeño en el sector público, brindando soporte a los gobiernos sobre cómo la administración pública puede mejorar su servicio; aunque esta discusión está en aumento, el discurso no se ha concretado; ya que los entes rectores no realizan auditorías de desempeño y en muchos casos los comparan o confunden con estudios sobre temas de gestión y evaluación.