Estos pequeños que luchan por sobrevivir, con esta enfermedad llamada cáncer, son unos héroes, no solo por lo que pasan sus quimioterapias, sino por la actitud que tienen a su corta edad, es por eso que estos tiempos de crisis sanitaria, nos ponemos en los zapatos de aquellas familias que sufren y lucha día a día por vencer esta enfermedad, nos enorgullece el sentir y el amor de madre hacia ellos.
Si bien el Congreso aprobó la Ley de cáncer infantil que permitirá instaurar un programa de detección temprana de la enfermedad y que, además garantice la atención integral del niño en materia oncológica, ahora esta en manos del ejecutivo para que sea aprobada. Ver sufrir a estos pequeños nos lleva a la reflexión, que mientras algunos están bien (pero no valoran la vida), otros están sufriendo por la desidia de nuestras autoridades y del ser humano que se volvió inhumano.
Los padres tienen que buscar medicina alternativa para combatir esta enfermedad, no solo tienen que luchar con esta pandemia, sino también con el cuidado de estos pequeños, que cada día que pasa se les apaga la luz de la vela. El aprecio, el cariño y el afecto que nace de nuestro corazón viene del amor que nos impartieron nuestros padres, que a veces muchos por ingratitud, arrogancia, desdén, ignorancia y desobediencia hacen caso omiso y se desvían por el camino equivocado.
Qué valor agregado tiene que todos nos instruyamos espiritualmente para tener generosidad, tolerancia, modestia, comprendernos y ayudarnos los unos a los otros y así jamás sentirnos obligados ni controlados a hacer lo malo que muchas veces nace en nuestra mente. Por mostrar ingratitud la mayoría de la gente sufre y vive en completa devastación, porque viven controlados y dominados por energías masoquistas que les gusta sufrir y hacer sufrir a los demás; ya que les falta madurar y evolucionar para ser racionales y todo porque este tiempo han vivido como cualquier animal irracional.
Sin embargo, es necesario tener la voluntad de ampliar nuestro conocimiento y de acercarnos al amor, más aún es estos tiempos, para que empecemos a generar buena energía y dejen de restar de energía a las personas buenas y solidarias, así evitarán de dejarse dominar y a ser manejados como una máquina, o una marioneta.
Las personas buenas confunden el amor con el simple cariño y por quedar bien con los demás inconscientemente se dejan mangonear, controlar y dominar por gente que genera mala energía y estas energías le manejan a su antojo y terminan esclavizando a sus energías buenas a hacer lo que ellas quieran, es por eso que debemos leer para ser libres. La fortaleza que tienen estos pequeños gigantes al enfrentar esta enfermedad, nos conlleva a la reflexión. ¡Simplemente somos lo que nuestra alma alcanza!