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Todas las personas tenemos un yo especial, aquí dentro; un yo oscuro, escondido, nuestro guía, nuestro verdadero profesor.
Un profesor que como muy pocos, te enseña a observar, un profesor que oyendo te dice que tienes que parar de oír para empezar a escuchar, y tienes que empezar a pensar para dejar atrás el juzgar, un profesor que no le importa suspenderte siempre y cuando aprendas a no rendirte y a ser consecuente. Personalmente nunca conocí a este profesor dentro del recinto escolar, pero se preguntarán ¿quién es este profesor?, justamente en este artículo hacemos referencia a ese profesor, y él se llama “pensamiento crítico” o al menos así lo llamo.
Según la RAE, la palabra “pensamiento” se refiere a la actividad, la acción y el efecto de pensar. En cuanto al adjetivo crítico la RAE explica que este adjetivo describe algo como perteneciente o relativo a la crítica. En ese sentido podríamos decir que pensamiento crítico es pensar mediante un conjunto de juicios u opiniones que responden o preceden de un análisis, y ahora me pregunto yo ¿qué diferencia hay entre pensar y pensar críticamente? En mi opinión, pensar es igual a pensar críticamente si uno no piensa críticamente cuando piensa, uno no estaría pensando.
Pensar críticamente es subir al espacio, subir al Olimpo y ver desde allí el mundo, la serenidad, la imparcialidad y la racionalidad. Existe la influencia, pero no la manipulación. Pensar críticamente es pensar en tercera persona, es ser imparcial. Pensar críticamente es salir del problema encontrar una posición ajena al mismo y desde ahí intentar resolverlo esa posición, es como llegamos a visualizar desde esta posición cada situación de cada día y de cada lugar.
Muchas veces lo complicado no es el fin sino el camino. Pensar no es opinar, pensar es analizar una situación, entonces ¿crees que el pensamiento crítico es importante en la educación?, probablemente sí. Muchos entienden que la educación es como llenar el agua en un recipiente y no como un proceso que ayuda a que alguna planta crezca según su propia naturaleza.
Sin pensamiento crítico no serías nada, serías 100% equivalente a una máquina, no tendrías capacidad de decisión propia, así sin darnos cuenta formamos una sociedad de vigilantes de lo programado y no de autómatas que fueron programados por informáticos. El pensamiento crítico debe ser la base de la educación, es decir, pensando serás persona. Entonces ¿qué es lo que te diferencia de una maquina?, la capacidad de decisión propia, eso es lo que te diferencia.
Ya que todos tenemos nuestro profesor escondido, actuemos según cómo queremos actuar y no como otros quieren que actuemos; es decir con decisión propia. Actúa según tus principios, según tu forma de ver la vida. El triángulo mágico en una persona es pensar, adaptarse y cambiar. El cambio es de todos nosotros y nos pertenece, cada año, cada semana y cada día que te levantes de la cama, recuerda sencillamente esto “piensa, adáptate y cambia”.