Fuente: Protestante digital
César Teófilo Zambrano Arce
ceteza@gmail.com

¿La teología podrá hacer algo para ayudar a controlar la pandemia del coronavirus? Preguntas como esta nos podríamos hacer hoy en día, seguramente la fe en cristo junto a otras religiones, puede hacer mucho para ayudar a afrontar esta crisis sanitaria, que nos afecta mundialmente.


La teología nos conecta con el esfuerzo de la fe y de la Iglesia para facilitar modelos e ideas que puedan iluminar el sentido cristiano. Esta etapa que estamos atravesando nos invita ciertamente a la reflexión y al análisis, aunque algunos digan lo contrario, y que ahora hay otras cosas más primordiales, tal vez tengas razón, pero reflexionar ‘en caliente’ puede ser un ejercicio muy útil y necesario en tiempos difíciles por lo que estamos pasando.

Para muchos la fe cristiana y sus prácticas pueden resultar útiles y necesarias en estos momentos, que muchas familias invocan el nombre de Dios y buscan la salvación de cristo, ayuda y esperanza que los ilumine y salve a sus seres queridos. Una primera respuesta se intuye de esa percepción sobre la conveniencia de la fe en este contexto: si la fe en cristo, y en general las creencias religiosas, tienen sentido y una función importante en estos tiempos donde la humanidad no sabe dónde acudir para responder sus interrogantes, entonces también la teología sigue siendo necesaria e importante para orientar y animar los esfuerzos de todos al afrontar esta crisis.

Cumplido los 100 días de confinamiento en nuestro país, muchas preguntas nos podríamos hacer por ejemplo ¿Dónde está Dios en esta pandemia? ¿Qué viene después del COVID-19?, ¿Cómo nos preparamos para mejorar como seres humanos?, las respuestas la tendremos nosotros mismos, hemos visto, médicos, enfermeras, policías, bomberos, militares, periodistas, etc., en el campo de batalla, muchos perdieron la vida por salvaguardar la vida de otros, pero sin embargo,

hay que resaltar la valentía que tuvieron en exponer sus propias vidas, en beneficio de los más necesitados, como también nos hace recordar del señor que vende oxígeno Luis Barsallo, el llamado “El ángel del oxígeno” que nunca se aprovechó de la coyuntura y mantuvo su precio, pero lamentablemente su hermana perdió la vida en el día 100 de la cuarentena, a causa de esta terrible enfermedad, tal vez él se descuidó para ayudar a los demás, pero solo sé que lo hizo con todo su corazón.

El domingo último detallo que su familiar se encontraba internada en la unidad de cuidado intensivos (UCI) y que los médicos le habían solicitado los fármacos “midazolam y flacidine” para poderle suministrarle durante su tratamiento, pero el tiempo y la decidía de muchas personas, no se pudo hacer nada. Me quedo con esta frase “yo con el oxígeno me pongo los zapatos de otra persona y haciendo lo correcto y lo justo con los precios, quiera Dios que alguien nos pueda ayudar”, palabras que tal vez no pasaran desapercibidas por mucho tiempo.


Fuente: Andina

Estos tipos de reflexiones son los que nos enseñan a cambiar como personas, no solo mira tú zapato sino también de los demás, todos pasamos momentos difíciles, cada uno de nosotros tenemos muchas responsabilidades, pero siempre darse un tiempo para los demás sería ideal, no seamos personalistas. En un parte de las escrituras de la biblia nos dice: “si se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, si oran y buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra”.


Las palabras de los hombres pasaran, pero cuando no tengamos acceso al internet, ahí va a florecer nuestros corazones, de que estamos hechos, para que hemos sido llamado, los cielos y la tierra fueron creados por la palabra, Jesús venció muchas dificultades con la palabra, convenció a sus apóstoles.


Otra parte de la biblia nos dice Dios se le apareció una noche y le dijo: “He escuchado tu oración, y he elegido este templo para que en él me ofrezcan sacrificios; siempre viviré en él, y lo cuidaré y amaré. Todo el tiempo estaré atento y escucharé las oraciones que aquí se hagan”. Si ustedes me desobedecen, no les enviaré lluvia, y les enviaré saltamontes para que devoren sus cosechas, o les enviaré una enfermedad…, yo escucharé en el cielo su oración, perdonaré sus pecados y los haré prosperar de nuevo. (crónicas 7:14)

Es por eso que sería bueno que dejen todo lo malo y desechen de esa mochila pesada que cargan de las cosas negativas, que solo ocasionan daño al prójimo, quédense con las cosas positivas, seamos más consciente con nosotros mismos y con los demás, acepten con humildad la palabra que Dios ha sembrado en su corazón la cual tiene el poder para salvar tu alma”. ¡Solo queda en Usted(es) la reflexión amigo lector!

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