Según me relata Moisés, la obra que se presenta se enmarca en el estilo abstracto precolombino. Moisés se formó en la Escuela Privada Formación Artística y Diseño “Corriente Alterna” de Lima; posteriormente continuó su formación en la Escuela Superior de Formación Artística Pública “Felipe Guamán Poma de Ayala” de Ayacucho.
Moisés llega al abstracto precolombino como una forma de expresar en metáfora los problemas existenciales vividos desde la infancia; es decir, me transmite la idea en su diálogo, acompañado de gestos corporales, de que cuando uno tiene situaciones emocionales complicadas, trata de entenderlas y captarlas mentalmente de manera abstracta, queriendo acaparar todos los detalles en su mente sin poder hacerlo en su completitud. Ante esta sensación de frustración, decide por impulso visceral trasladarlo al lienzo, buscando formas y plasmando colores en él. Por otro lado, su abstracto precolombino es también una resistencia a seguir el método académico clásico, a pesar de haberlo aprendido.
Analizando la obra, los relieves que presenta en diferentes materiales y proporciones, se retrotraen a sus vivencias con su abuelo como tejedor del distrito de Margos, Huánuco, Perú. Las tramas de los tejidos, en su tiempo de infancia con su abuelo, eran más gruesas y tenían más peso que en la actualidad. Los colores con los que teñían los tejidos procedían de elementos naturales, como el molle, el nogal, la cochinilla, el limón; y la anilina como un colorante en polvo, de múltiples colores.
Desde el punto de vista arqueológico, la obra presenta elementos de la cultura Nazca, ubicada en la costa central peruana, en el actual departamento de Ica, perteneciente al Periodo Intermedio Temprano, entre el año 10 a. C. hasta los 700 d. C. (López y Aguilar, 2014). En relación a Las Líneas de Nazca y a los elementos que aparecen en la obra, encontramos el colibrí y el perro, presentados en forma de textura táctil, en colores frío y cálido y mirando en direcciones opuestas al eje central. Los semicírculos grandes verticales, representan las olas del mar entre vientos. Los semicírculos y círculos pequeños representan las franjas horarias entre el amanecer y el atardecer. El marco rectangular de la obra podría semejar una vista panorámica del mar.
Referencias:
López, C. y Aguilar, J. (2014, 23 de julio). Cultura Nazca. Historia del Perú. https://historiaperuana.pe/periodo-autoctono/cultura-nazca