La grandeza de los aimaras y quechuas están en rebelión contra el poder de Dina Boluarte que tiene un corazón de hielo, asesina y dictadora. La belleza es el fenómeno de la revolución porque es el levantamiento de todos los del sur peruana contra el poder que la oprimió y despoja mucho tiempo. ¡Hermanos de sangre, únanse y peleen porque no deben dejarse humillar!
La gran sublevación está en marcha y no detendrá los horrores ni las falsedades de los dueños del Perú contra el pueblo inexplicable que se rebela. El hombre que se rebela es inexplicable. Los hombres explicados son los que creen que dentro de poco la ciudad de Lima será potencia mundial. Es así, que los hombres de los andes, con una cultura milenaria, decidieron ser inexplicables para el poder; es decir, hombres con ideología y consciencia crítica dan su vida por una patria nueva con la equidad, justicia y sin corrupción. “Se trata de una situación revolucionaria, pero sin vanguardia”.
El poder del Estado es fuerte para cometer las matanzas y encarcelamientos de los líderes de la rebelión, ¿quiénes dirigen la sedición? Hombres de Sumaq kawsay que se afirmaron con la dignidad y libertad que no tienen la dirección marxista ni nacionalista. A viva voz, han dicho: ¡No a los contratos ley que favorecen a los neoliberales! Por eso, se puede profetizar el futuro. Nuestro entorno arde y estamos a puertas de una guerra civil. Los hijos descendientes de las grandes culturas seguirán luchando en sus ciudades y la capital del Perú, las mujeres cargadas de sus hijos marchan contra el gobierno usurpador, ellas, en las calles del capital, luchan con las manos vacías mostrando al mundo que están en contra del sistema capitalista.
El Perú, sin la unidad nacional desde la invasión y colonización europea y norteamericana, tiene un destino histórico marcado, oprimido y decidido por los otros países; ahora desean ser auténticos y hacedores de su propia historia. Los aimaras y quechuas luchan por la patria autónoma de José Martí que en su obra Abdala menciona: “El amor, madre, a la patria / No es el amor ridículo a la tierra, / Ni a la yerba que pisan nuestras plantas; / Es el odio invencible a quien la oprime, / Es el rencor eterno a quien la ataca”. Pues, los neoliberales seguirán saqueando y robando sino lo hacemos respetar con la acción de protesta y lucha.
La rebelión se justifica porque no se tolera la humillación y discriminación de los grupos de poder nacional contra los provincianos, aquellos últimos dijeron “NO” al sistema capitalista neoliberal; por ello, los aimaras y quechuas unidos no tienen miedo a los lobos de la derecha neoliberal porque rechazan el sometimiento al neoliberalismo, el disgusto ante el pillaje de los recursos de litio, gas, petróleo y otros recursos que necesitan los países poderosos para su proyecto imperial. Además, existe la muerte, la percusión y el encarcelamiento de una dictadura fascista peruana y la injerencia norteamericana visible en el suelo patrio.
En fin, la rebelión tiene su belleza y su gravedad ya que se produce un enfrentamiento: entre el pueblo de aimaras y quechuas y el poder que lo amenaza con sus armas y su policía.