Lo grandioso de Primo Levi es su profesión de químico, apodado judío, cuyo nombre es quitado y cambiado por un tatuado de números (174.517) y lo más importante es que sobrevivió y es testigo del horror o infierno de Auschwitz, ocasionado por el poder que tuvo un proyecto político de sometimiento y destrucción de los seres humanos. ¡El horror, el horror de la condición humana ya debe ser deliberado para que no se repita otro tártaro!
A través de Levi podemos ver el horror desnudo y no podemos negar su existencia. Nosotros, los peruanos, también hemos visto el infierno de la condición humana en el conflicto político y social que se vivió entre los años 1980 a 2000. Lo más importante es que Levi descifra la monstruosa obra del mal del hombre; por eso, el ultraje que vivió la humanidad es incurable, aun vivimos en el pos-Auschwitz, pues nadie retorna del infierno sano, todos estamos en peligro
igual que nadie ha vuelto de la muerte, nadie volvió tampoco de las cámaras de gas, nadie podrá contar qué se sentía en medio de una multitud de cuerpos desnudos amontonada en la absoluta oscuridad, oliendo el Zyklon-B y escuchando su silbido según se abrían las espitas y empezaba a infectar el aire. (Levi, 2006, p. 7)
Primo Levi es humano y nos hace saber que existió la crueldad humana, nos advierte que se debe pensar para que no vuelva a suceder, diciendo: “Ha sucedido —escribe del nazismo—, y por consiguiente, puede volver a suceder; esto es la esencia de lo que tenemos que decir” (Levi, 2006, p. 11). La ideología y la organización de cualquier partido político con poder totalitario puede generar el infame de lesa humanidad en cualquier parte del orbe, como ya ocurrió en las épocas anteriores.
El poder sigue siendo jerarquizado y organizado con ideología dogmatizada que causó la destrucción del alma y carne de los hombres, el poder es frío e inhumano y los que cumplen las órdenes lo hacen sin criticas ni murmuraciones, es así que: “la aparente sinrazón de deportar a los enfermos para exterminarlos al poco tiempo de llegar, junto con una maquinaria de la muerte perfectamente organizada, eran todas características que respondían a un plan de aniquilación total” (Vilei, 2016, p. 243).
Este escritor que narra la crueldad burocrática del nazismo que organizó y planificó la muerte, depositando en las fosas comunes y horneando a los cadáveres para convertirlos en irreconocibles, con la finalidad de ocultar los delitos en el campo de concentración, fue quien observó los horrores que marcaron su vida y lo llevaron al suicidio, “se habría quitado la vida igual que tantos supervivientes, atrapado en la doble angustia de no rendirse al olvido y de no poder soportar el recuerdo” (Levi, 2006, p. 12).
En fin, el nazismo impuso con su poder burocrático la crueldad a los considerados diferentes y extranjeros; por eso, su comprensión del antisemitismo es fundamental porque fue la ideología que causó el infierno. Los que hicieron el horror fueron hombres y ahora el poder tortura. “La tortura es parte esencial de la condición humana. Duele escribir y transmitir estas cosas, pero son verdaderas. Los hombres, al torturar, no se transforman en bestias, siguen siendo, profundamente, hombres. Las bestias no torturan” (Feinmann, 2004)
Bibliografía
Feinmann, J. P. (24 de enero de 2004). Kafka y la tortura. https://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-30698-2004-01-24.html
Levi, P. (2006). Triología de Auschwitz. El Aleph. https://www.lectulandia.rocks/book/trilogia-de-auschwitz/
Vilei, L. (2016). La escritura de Primo Levi frente a Auschwitz: Razonar contando. Revista de Filologia Romanica, 33(Special Issue), 235–246. https://doi.org/10.5209/RFRM.55852