Las concentraciones altas de metales pesados (MP) son dañinas para el ambiente, los suelos agrícolas y por supuesto para el ser humano, presentándose grandes problemas de desarrollo para la vegetación, como textura desequilibrada, ausencia de su estructura edáfica,
propiedades químicas anormales, disminución en el contenido de nutrientes, baja profundidad efectiva, virtud de cambio muy baja, contención del agua muy baja, y la existencia de muchos compuestos tóxicos.
Afortunadamente estos MP pueden ser removidos mediante la técnica de fitorremediación que ha demostrado ser una tecnología natural in situ más amigable con el ambiente, que consiste en la captura de agentes contaminantes a través de las plantas, disminuyendo el desplazamiento de dichos agentes hacia las napas freáticas más profundas, manteniendo la calidad del suelo, y en cuanto a costos el proceso de tratamiento es económico, ya que solo se usa la energía del sol, en proporción con otros métodos físicos – químicos que actualmente se aplica (1).
Entre las técnicas de fitorremediación se tiene: a) Fitoextracción, llamado también fitoacumulación, es la capacidad de las plantas para absorber sustancias contaminantes desde el suelo, sobretodo MP, siendo recicladas o destruidas las partes de las plantas donde se acumulan los contaminantes, lo que permite aislar MP del suelo.
La técnica es viable ya que la extracción del contaminante se realiza en la parte aérea de la planta y es fácil de cosechar, pero también existen especies que tienen mayor capacidad de extracción y de acumulación en las raíces y b) Fitoestabilización, conocida también como fitoinmovilización o inactivación in situ,
que consiste en el control de los contaminantes, a través de la modificación de las propiedades biológicas, químicas y físicas del suelo, de tal forma que la traslación de los contaminantes puede reducirse mediante: la acumulación y absorción por las raíces; mediante la reducción de la valencia del metal en el suelo, por los compuestos húmicos a través del proceso de humificación (2).
Se llaman plantas fito-acumuladoras, debido a la capacidad de movilizar altos niveles de MP en sus tejidos capaces de absorberlos, y en nuestro territorio peruano existen plantas que capturan estos MP presentes en el suelo y lo almacenan ya sea en sus raíces o en su inflorescencia, como son el Alopecurus magellanicus var. bracteatus y Muhlenbergia angustata y Asclepias curassavica, contrarrestando así los efectos nocivos de los relaves que contienen altas concentraciones de arsénico, cadmio, selenio, plomo, mercurio, entre otros MP que son elementos potencialmente tóxicos, limpiando de esta manera el área afectada para la producción de pastos naturales.
Sin embargo, la biomasa disminuye gradualmente cuando la planta tiene altas concentraciones de plomo, por lo que es importante mantener el desarrollo de estas plantas durante el proceso fitorremediador, que acumula la mayor cantidad de metales en tejidos con una alta tolerancia sobre los niveles presentes en el suelo, midiéndose esta capacidad de acumulación a través de factores de bioacumulación y de translocación en diferentes tejidos (3).
Referencias
- Bello, A. Tawabini, B. Khalil, A. Boland, C, y Saleh, T. (2018). Fitorremediación de ahua contaminada con cadmio, plomo y níquel por Phragmites australis en sistemas hidropónicos. Revista Ingenieria Ecológica, 120(1), 126-133.
- Herrera, A., Toledo, E., Aguirre, J., Romero, Y., Ramos, J., Palemón, F, y Toribio, J. (2020). Efectos antagonistas y promotres del crecimiento vegetl de bacterias aisladas de relave minero. Revista Argentina de Microbiologia, 52(3), 231 – 239.
- Noriega, B. Morales, A. Luna, R. Ulloa, T. Cruz, G. Serafín, A, y Gutiérrez, N (2016). Identificación de especies vegetales asociadas a jales del distrito minero de Guanajuato. Revista Universitaria de Guanajuato México, 26(2), 71-77.