La aparición de las plataformas en línea se ha considerado como uno de los cambios económicos más significativos de la última década. En el contexto de los mercados laborales, estas plataformas se utilizan para oferta y demanda de mano de obra flexible, que se conoce bajo el término de «economía del concierto».
La contratación de trabajadores para tareas individuales discretas, donde el solicitante y el trabajador se emparejan a través de una plataforma en línea, es una forma emergente de transacción laboral. Aunque la cantidad de mano de obra contratada a través de plataformas en línea sigue siendo en el presente pequeño, hay una expectativa alta de su crecimiento; y se espera que represente una parte significativa de la economía en un futuro próximo.
Dadas estas expectativas, conocedores han mostrado un gran interés por este fenómeno, generando diversidad de conceptos sobre esta economía del trabajo por encargo, y los débiles indicios de su regulación.
Con esta economía se satisface los deseos de clientes y trabajadores bajo relaciones laborales más adaptables, la preocupación surge a causa de los salarios bajos y la seguridad social limitada de los trabajadores de conciertos. Pensar en la economía de los conciertos simplemente como «mercados laborales digitales” elude una explicación más elaborada de lo que la economía es, lo que, a su vez, complica las evaluaciones empíricas del trabajo directo.
Se pueden implementar plataformas para mediar los mercados laborales en línea, si los trabajadores del concierto se clasifican como empleados y las plataformas como sus empleadores, a este paso seguirán creciendo los modelos de negocio de las plataformas, probablemente aumentando los precios para los clientes.
Mientras las plataformas se consideran comercio electrónico; lo más probable es que la economía de los conciertos continúe creciendo. La regulación de las plataformas de conciertos no se ha trabajado en nuestro país, debido a la complejidad que enfrentan los trabajadores, clientes y plataformas; haciendo difícil un acuerdo de reformas de seguridad social, que proteja de manera integral a los trabajadores.
El desarrollo futuro de la economía del concierto depende esencialmente de las decisiones políticas, respecto a los desafíos de su regulación.
La más conocida de estas empresas de economía de conciertos es Uber, sin embargo, el auge de las plataformas online como intermediarias de suministro y demanda de mano de obra flexible no se limita en modo alguno al sector del taxi. Trabajos ocasionales surgen en el área de limpieza, cuidado, entrega de alimento, programación y traducción, entre otros; son servicios que se comercializan cada vez más a través de plataformas en línea.