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Perú, es un país megadiverso capaz de ser un destino turístico que satisface las necesidades e intereses de los visitantes, un adecuado y concertado trabajo en el sector turístico permite cambios y el posicionamiento de la oferta.
Las diferentes regiones deberían empezar por actualizar la información en su inventario, tener conocimiento de la realidad problemática permitirá decisiones acertadas y canalizar con efectividad los proyectos de inversión pública.
En esta oportunidad se trata del turismo cultural, para lo cual se debe realizar un análisis de las potencialidades que posee la provincia de Cañete en cuanto a los recursos y/o atractivos turísticos relacionados al turismo cultural y de especial forma al patrimonio cultural inmaterial. Se destaca a la actividad turística como un instrumento importante para transformar realidades y mejorar la calidad de vida de una sociedad.
En el proceso de la investigación, se socializa el diagnóstico situacional que presenta. Sin la cultura no se explica el turismo (SECTUR/CESTUR, 2003). Ésta frase breve pero poderosa afirmación permite sentar la base sólida de las razones del Turismo Cultural, desde la aparición de la actividad turística ha sido una de las principales motivaciones para la organización y realización de los viajes, teniendo en cuenta las clasificaciones es una de la más antiguas y la de mayor práctica entre los turistas.
Ésta se muestra como práctica sostenible, refiriéndonos al patrimonio cultural inmaterial las cuales son todas las expresiones populares, que evidencian las características propias de una localidad convirtiendo a las experiencias de visita en únicas por ser autóctonas, por interactuar con la población local a través de su gastronomía, de las danzas, festividades, usos y costumbres.
La provincia de Cañete, posee manifestaciones culturales enmarcadas en el patrimonio cultural inmaterial, con posibilidades de ampliar su oferta para la afluencia turística actual.
Sus elementos como la fiesta tradicional del día del Arte Negro, su gastronomía, el festejo y los procesos artesanales para la producción del pisco y el vino en las bodegas vitivinícolas, lo hacen un destino único porque representa la oportunidad de utilizar la cultura y la creatividad para vincular el turismo y la cultura, así como la cultura local y la cultura turística, con el fin de fomentar formas más sostenibles de consumo y producción de servicios turísticos.
Es entonces que una adecuada gestión turística permite contribuir al reconocimiento y conservación del patrimonio cultural, que se refleja en el desarrollo turístico local como un proceso de carácter sistémico, interdisciplinario y contextualizado.
Por tal razón, se debe aprovechar estos momentos de reinvención, de replanteamiento y lograr un mayor compromiso del sector público y privado; el escenario político nacional ha cambiado y corresponde continuar el proceso de mejora.
Finalmente, la Organización Mundial de Turismo indica, el turismo ofrece un poderoso incentivo para preservar y mejorar el patrimonio cultural inmaterial, ya que los ingresos que genera se pueden canalizar hacia iniciativas que contribuyan a su supervivencia a largo plazo. El patrimonio cultural inmaterial debe gestionarse cuidadosamente si se quiere que prospere en un mundo cada vez más globalizado.