Albert Einstein manifestó su creencia: “Creo en el Dios de Spinoza que es idéntico con el orden matemático del Universo. No creo en un Dios al que le importaría el bienestar y las acciones morales de los seres humanos, o algo en tal sentido”.
Spinoza, un filósofo odiado y perseguido, construyó su doctrina filosófica inspirada por Descartes. Su filosofía es peligrosa para los hombres dogmáticos, fanáticos y políticos, por ello lo expulsaron de la sinagoga y atentaron contra su vida. Sin embargo, su sistema filosófico aún está vigente porque es de la vida, armonía y alegría. Considera a la Sustancia=Dios y es el universo entero, para sus críticos su filosofía es panteísta. Todos somos sustancia, naturaleza y dioses dijo Baruch Spinoza, contradiciendo al orden político y religioso de su época.
Para este filósofo, Dios es inmanente y no es trascendental tampoco es todopoderoso, ni moralista, ni castigador, es espíritu eterno y cuerpo infinito. Spinoza (2000, p.39) dice: “Por Dios entiendo el ser absolutamente infinito, es decir, la sustancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.” Asimismo, Bugallo (2011, p. 50) citando a Spinoza, dice: “Dios es causa inmanente, pero no transitiva, de todas las cosas”.
También, Tatián (2012, s/p) afirma: “Su dios no es personal, no tiene voluntad, no tiene entendimiento. No piensa, no entiende ni quiere. El dios de Spinoza no es sujeto, es sustancia; es pensamiento y extensión”.
Dios (sustancia) es materia y espíritu y abarca todo lo existente; es decir, es la totalidad de lo real. De modo que, existe una gigantesca sustancia que se puede llamar Dios o Naturaleza. Todos pertenecemos a esa única sustancia. O sea, Spinoza considera al Dios o la Naturaleza como única Sustancia con atributos de pensamiento (Hombre) y extensión (animales, plantas y cosas), expresados en cuerpo y alma, no hay jerarquía; es decir, el alma y cuerpo no son diferentes entre sí. Todos somos uno y estamos relacionados con el uno.
Somos infinitos porque surgimos de Dios. Cuando me amo a mí mismo es Dios amándose a sí mismo. No existe el mal y el bien. Lo bueno es lo que da alegría, y lo malo es la tristeza. Las afecciones son las pasiones que tiene el hombre, siendo estas: deseo o apetitos, alegría y tristeza.
Al respecto, Bugallo citando a Spinoza (2011, p.57) afirma: “De aquí en adelante entenderé por alegría: una pasión por la que el alma pasa a una mayor perfección. Por tristeza, en cambio, una pasión por la cual el alma pasa a una menor perfección.” Por otro lado, “conato” significa instinto de vida y libido; es decir, el esfuerzo consciente como expresión del ser humano.
Mientras, la ética es el conjunto de acciones del hombre, no dependen de una voluntad divina, y menos de preceptos de Bien y Mal. Las afecciones que provienen de las pasiones alegres o tristes son responsabilidad de esos hombres.
En tanto que, la muerte viene de afuera y no de adentro, Tatián (2006, p.197) “La muerte, Lucrecio lo repetirá una y otra vez; aunque morimos, no somos seres para la muerte sino para la felicidad en esta vida. En cuanto a Spinoza tampoco en su filosofía morimos porque seamos para la muerte”.
En fin, el ser humano es Dios o Naturaleza y está relacionado a los demás hombres, aunque es autónomo; es decir, somos individuos colectivos por eso debemos buscar la armonía, la vida, el amor y la alegría. Tal como dice Spinoza: “El hombre que se guía por la razón es más libre en el Estado, donde vive según leyes que obligan a todos, que en la soledad, donde sólo se obedece a sí mismo.”
Referencias bibliográficas
Bugallo, A. I. (2011). La filosofía ambiental en Arne Naess; sus propuestas del Movimiento Ecología Profunda y las influencias de Baruch Spinoza y William James. Ediciones del ICALA, Río Cuarto, Argentina. ISBN 978-987-1318-15-5. Recuperada de: http://www.unav.es/gep/TesisDoctorales/
Solé, M. J. (2018). El conocimiento como acción. Exploración del concepto de filosofía en Spinoza. (UBA) CONICET – Universidad de Buenos Aires. DOI: 10.15691/0718-5448Vol2Iss1a278. Síntesis. Revista de Filosofía. II pp. 23-44. Recuperada de: https://sintesis.uai.cl/
Spinoza, B. (2000). Ética demostrada según el orden geométrico. Edición y traducción de Atilano Domínguez. Editorial Trotla, S.A. Madrid-España.
Tatián, D. (2006). La filosofía como meditación de la vida. La lámpara de Diógenes. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Año/vol. 7 Número 12 y 13; pp. 194-201. Recuperada de: http://www.redalyc.org/pdf/844/84401315.pdf
Tatián, D. (2012/08/31). “La filosofía de Spinoza es la filosofía del infinito”. HOME, LECTURA MUNDI. Recuperada de: http://noticias.unsam.edu.ar/