Las normativas de la ley de promoción del sector agrario, fueron aprobadas con el objeto de declarar de interés prioritario la inversión y desarrollo del sector agrario bajo un modelo de economía competitiva de mercado y de reducción de las barreras proteccionistas, que se fue profundizando en la década del 2000 con la suscripción de los diferentes acuerdos internacionales y comerciales principalmente con EE. UU., la Unión Europea y Asia.
Según analistas políticos y de economía manifiestan que en este contexto es que el sector privado toma un mayor protagonismo en la actividad productiva, y el Estado asume principalmente el papel de promotor y facilitador de grandes inversiones, procurando una inversión adecuada, en sectores estratégicos como la industria y la agricultura a través de un marco normativo que buscó generar incentivos al sector privado para obtener mayores ganancias en términos de competitividad y que permitiría al país incrementar los flujos de inversión, encender los motores del crecimiento económico sostenido y generar empleo de calidad.
Precisamente estas reformas emprendidas impulsaron el desarrollo del sector agrario buscando mejorar los incentivos a la inversión privada en el campo y expandir el potencial de las exportaciones agrarias a través de importantes dispositivos legales, en la actividad agropecuaria en los últimos 25 años, centrando la atención principalmente en la Ley de Promoción del Sector Agrario (Ley 27360)
Los beneficios de esta Ley para el sector se centraron básicamente en otorgar incentivos tributarios, como la aplicación de una tasa de 15% en el impuesto a la renta de tercera categoría y depreciación del 20% por las inversiones en obras de infraestructura hidráulica y de riego, se alcanzaron tasas altas y sostenidas de crecimiento económico en la actividad agropecuaria, convirtiéndose en el segundo sector económico generador de divisas, del mismo modo a partir del 2000 con la expansión de la frontera agrícola con los grandes proyectos de irrigación ejecutados sobre todo en la costa.
Las exportaciones agrarias han venido creciendo significativamente lo que ha permitido duplicar el valor de dichas exportaciones, posicionado a nuestro país entre los 10 principales proveedores de alimentos en el mundo con productos como la quinua, espárrago, café, mango, maca, aceituna, uva, palta, alcachofa, pimientos secos, frijol, mandarina, jengibre, habas, cebollas, arveja fresca y recientemente camu camu y arándanos, cultivos que tienen además un enorme valor en términos de su aporte a la seguridad alimentaria global.
Asimismo, los resultados a nivel económico también fueron altamente positivos para el sector, en las regiones de La Libertad, Piura e Ica, en cuanto a la generación de empleo con nuevos puestos de trabajo mejor remunerados y con los correspondientes beneficios sociales en actividades agrícolas y/o agroindustriales, habiéndose incrementado en casi 809 mil puestos de trabajo. Sin embargo, el impacto positivo de la ley de promoción agraria se ve con más claridad en las regiones de costa mas no en las regiones de sierra y selva.
En ese sentido, sería recomendable ampliar la vigencia y los beneficios de la Ley de Promoción Agraria en las regiones de sierra y selva con grandes obras de irrigación a fin de garantizar la sostenibilidad del crecimiento del sector agrario y el posicionamiento que el Perú ha logrado en los mercados mundiales de alimentos, además de continuar en la ruta de promover un ambiente económico estable y predecible para el buen funcionamiento de las políticas agrícolas en pro de elevar la competitividad de nuestra agricultura y alcanzar el desarrollo rural que tanto requiere nuestro país