En la Universidad Nacional Autónoma de Huanta (UNAH), como en cualquier otra de las universidades estatales o particulares donde enseñé, tuve alumnos destacados y otros no tanto. También pude conocer ahí de cerca a algunos docentes nombrados y contratados de variadas carreras provenientes de distintas ciudades del país y quedé gratamente admirado por su dedicación y entrega en favor de sus estudiantes no solo en las clases y asesorías de tesis sino también en las tutorías y las actividades de proyección social que son letra muerta en universidades mucho más antiguas a pesar que se incluyen en la aún vigente Ley universitaria.
Con algunos docentes de la UNAH tuve la oportunidad de ser coautor de un artículo publicado en inglés en una revista indexada Internacional. Además pude escribir otro y enviarlo a otra para su posible publicación.
Al momento de escribir estas líneas, ignoro si seguiré trabajando como docente en la UNAH (mi contrato terminó antes de fin del mes de enero del presente año 2024), pero lo que si sé es que mi experiencia laboral, ciudadana y personal en Huanta me ha estimulado sobre manera para seguir no solo enseñando, investigando, escribiendo y publicando sino también para tratar de progresar como mejor ser humano y no desperdiciar el resto de los años, meses o días que me quedan de vida (las muchas veces que tuve tranquilidad y silencio en la soledad de mi cuarto me permitió reflexionar sobre eso en gran modo).
La UNAH es una institución joven, se fundó en el 2011, y aún no ha terminado de consolidarse como una institución universitaria: sigue bajo el mando de una comisión organizadora (ha tenido varias), su academia pre universitaria, biblioteca y parte de sus laboratorios y oficinas están dentro del campus de la Escuela de Educación Superior Pedagógica Pública “José Salvador Cavero Ovalle”, recién en el 2023 ha inaugurado su propio pabellón con aulas y laboratorios, su ciudad universitaria sigue en construcción, ya entró en funcionamiento su centro de idiomas pero no su escuela de posgrado, además faltan abrirse 2 de las 5 carreras con las que se fundó, tener más docentes nombrados, egresados y titulados, etc. Así que aún le falta un camino que recorrer.
Cabe resaltar que la UNAH tiene convenios con la Universidad de Cambridge del Reino Unido y la de Campinas del Brasil por lo que un grupo de sus alumnos está viajando para hacer pasantías e intercambio estudiantil, respectivamente, el presente año, además de las visitas hechas por algunos de sus docentes a esa institución inglesa, y las de los investigadores británicos que estudian el ecosistema huantino.
Lo único que lamento es no haber aprendido a hablar y entender un quechua por lo menos básico en Huanta, “La Esmeralda de los Andes”, donde la mayoría es bilingüe y se ha criado con el runa simi como idioma materno.
Hasta una próxima oportunidad si las circunstancias lo permiten y requieren.