“El turismo receptivo o de entrada abarca el conjunto de personas no residentes que viajan a determinada región con el fin de divertirse o a realizar alguna actividad específica. Este engloba los planes llevados a cabo por el visitante en dicho espacio como salidas a restaurantes, monumentos históricos, playas, zonas de piscina, museos, teatros, tiendas, lugares emblemáticos, entre otros.” (OSTELEA, 2022).
Cuando hablamos de turismo, se debe comprender la conducta de los protagonistas que brindan el dinamismo completo del sistema, nos referimos a los visitantes, quienes en la modalidad del turismo receptivo optan por viajar fuera de su país hacia otros que consideran un destino turístico interesante e imponente, capaz de satisfacer sus diversas motivaciones. Desde la perspectiva del destino representa un incremento significativo de los ingresos económicos, de las divisas, considerando también entre los elementos encargados de las recepciones y de hacerlas exitosas a las administraciones públicas, las agencias de viajes y todos sus proveedores, los guías turísticos y, en general, todo aquel que esté implicado en los servicios de la actividad turística.
En épocas actuales post COVID, el escenario empieza a verse alentador a razón que las restricciones y los requisitos para los viajes han ido disminuyendo, inclusive los aforos tanto en los servicios como en los lugares turísticos, es así como, la apertura al turismo y al mismo tiempo, la inversión que deben inyectar desde los diferentes niveles de gobierno para atender al sector, será sin duda el responsable de su crecimiento en todos los aspectos, sobre todo, en el socioeconómico.
Además de otros factores como la creación de nuevos puestos de trabajo y de compañías, las exportaciones, el desarrollo de mejores infraestructuras en las ciudades, servicios y demás; suponen un gran avance en el sector turismo y por consiguiente la llegada de millones de aventureros.
En el Perú entonces, se está proyectando para el año 2023 la llegada de 2,5 millones de turistas internacionales, cifra que representaría un crecimiento de +26% en comparación con el año 2022 que llegó a 2 millones de turistas. El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Luis Fernando Helguero, ha señalado que a pesar de que la imagen del país ha sido fuertemente dañada por las protestas de diciembre último y enero; el panorama se observa favorecedor permitiendo dinamizar la economía peruana, impulsando la reactivación y generando importantes puestos de empleo directos e indirectos.
Se debe recalcar la relevancia que tiene la seguridad turística, sobre todo por los conflictos sociales suscitados en diferentes regiones del país, el cual es un componente vital para el desarrollo y recuperación del turismo, por ello, es trascendental articular esfuerzos de manera multisectorial y en coordinación con el sector privado, a fin de prevenir y mitigar los problemas para que no se afecte la imagen país y la llegada de turistas internacionales.
Otro dato, es que se avizora al 2025 que el sector turismo podrá tener cifras similares a las del 2019, esperando alcanzar la llegada de 4,4 millones de turistas internacionales, cifra muy cercana al 2019. Asimismo, para el año 2025 se espera alcanzar un flujo de 48,4 millones de viajes por turismo interno, cifra muy próxima al 2019 con 48,6 millones de viajes.
Como vemos hay mucho por seguir haciendo, dando paso a la ejecución de la estrategias nacionales para beneficio del sector y toda su cadena de valor.