“El turismo y los deportes se interrelacionan y complementan. Los deportes –como actividad profesional, afición o entretenimiento– implican una cantidad considerable de viajes para jugar y competir en diferentes destinos y países. Los grandes eventos deportivos, como los Juegos Olímpicos o los campeonatos de fútbol o de rugby, se han convertido en importantes atracciones turísticas en sí mismas, contribuyendo de manera muy positiva a la imagen turística del destino anfitrión.” (OMT,2021).
En medio del jolgorio eminente por el partido que jugaron Argentina y Francia disputándose la final del Mundial de Fútbol en Qatar 2022 y del cual resultó como campeón del mundo el país albiceleste sudamericano, nos vamos al trasfondo de lo que significa realizar eventos de tal envergadura que conllevan a una planificación, organización y gestión de toda una logística necesaria para tener la capacidad de recibir a millones de visitantes procedentes de diversas partes del planeta con la motivación de alentar, celebrar, conocer y gozar la alegría de una disciplina deportiva.
Esta modalidad del turismo deportivo no es algo propio de los últimos años ni una tendencia que apareció como resultado postpandemia, en realidad es uno de los sectores que viene desarrollándose desde época remotas como la edad antigua con los juegos olímpicos y que actualmente arroja estadísticas bastante favorables con miras a crecer rápidamente en el sector turístico. Cada vez son más los turistas interesados en actividades deportivas durante sus viajes, como cuando los deportes son el principal objetivo del viaje o cuando no lo sean.
Este tipo de eventos deportivos en sus diversas modalidades y envergadura atraen a los turistas que cumplen el rol de participantes o solamente espectadores, observando a los destinos como añaden su sabor y esencia local para distinguirse, aprovechando en proporcionar experiencias locales auténticas. Los megaeventos deportivos como los Juegos Olímpicos y la Copa del Mundo pueden actuar como catalizadores del desarrollo turístico si se aprovechan de forma adecuada y coherente basándose en términos de creación de marca del destino, desarrollo de infraestructura, así como otras ventajas económicas y sociales.
Desde la Organización Mundial del Turismo, relacionado al trabajo que se realiza sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se organizó el Congreso Mundial del Turismo Deportivo en noviembre del 2021 en el que se buscó identificar la relación entre turismo deportivo y desarrollo sostenible e inclusivo, además de establecer este sector como un instrumento para la diferenciación y desestacionalización del turismo. Dicho espacio permitió debatir sobre la innovación, tendencias, proyecciones, la gobernanza y estrategias del sector privado.
Como datos históricos en Entorno Turístico indica (Moreno, 2022) que el turismo deportivo nace formalmente hace un poco más de 30 años cuando Israel en 1986 organiza el Primer Congreso Internacional de Turismo Deportivo a cargo del International Council for Sport Science and Physical Education y por el Internacional Council for Health Physical Education and Recreation. Para 1994, ya se contaba con el Sports Tourism International Council, encargado de realizar estudios y encuentros para profundizar en su diseño e implementación a nivel global.
Ya en 1999 cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) y la Organización Mundial de Turismo (OMT) establecieron firmemente un acuerdo de cooperación y coordinación con la finalidad de mejorar y crecer con los vínculos entre ambas actividades, por ello en el 2001 ya se celebra en Barcelona la I Conferencia Mundial sobre Deporte y Turismo que logra consolidarse como la industria que hoy se maneja.
Interesante modalidad que permite el desarrollo de los destinos mediante los eventos deportivos.