El turismo accesible se basa en el diseño de viajes adaptados según el tipo de discapacidad y necesidades de cada persona; el cual debe estar libre de barreras físicas, de barreras de la comunicación y de las barreras sociales. Dicho en otras palabras, la cadena de valor turística en cuanto al uso de los servicios turísticos como el transporte, los hoteles, los diversos atractivos turísticos, las excursiones, los restaurantes, entre otros, deben estar adaptados para un disfrute pleno con independencia y dignidad. El turismo accesible es aquel en que todas las personas independientemente de su condición puedan disfrutar con igualdad de oportunidades.
Por tal razón, se debe comprender acerca de las barreras de acceso que puede presentarse durante el proceso de consumo de un circuito turístico, de un paquete o itinerario, ya que aspectos como el urbanismo e infraestructura toman un papel predominante, inclusive se debe considerar la eliminación de las barreras que se crean a nivel social. Es así como, aparece el neuroturismo, el cual estudia las experiencias que se generan al momento de la interacción con los objetos de diversa naturaleza, tiene como objetivo capturar las emociones, sensaciones y vivencias que generan aprendizaje y una memoria en el viajero empleando técnicas derivadas de la neurociencia con la finalidad de comprender los comportamientos del turista para desarrollar estrategias más eficientes que ayuden a la oferta turística.
Estudiar las reacciones del cerebro puede ayudar a identificar las emociones que experimentan los turistas en sus viajes y así ofrecer una mejor experiencia, el concepto de turismo durante la pandemia ha evolucionado, de tal forma que la actividad turística se ha diversificado en relación con las necesidades de los viajeros, siendo indispensable conocer los perfiles, requerimientos y expectativas (Nonone, 2019).
La universidad San Ignacio de Loyola a través de la Facultad de Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía realizó un webinar denominado Neoturismo: Nuevas tendencias de investigación en la industria de los viajes, en la cual el investigador Erick Nonone solicitó recoger información sobre las emociones de los turistas al visitar un atractivo, una ciudad o un país antes de elaborar una estrategia. Así mismo, enfocarse en tendencias futuras, como la netnografía, que consiste en analizar la interacción social en medios digitales, medios sociales, turismo virtual y las analytics de redes sociales.
Otro de los puntos que recalcó, es sobre el turismo virtual, el cual se proyecta como un panorama para el futuro tras la pandemia porque las restricciones geográficas no imposibilitaron el disfrute de los diferentes destinos turísticos. Nonone indicó que los profesionales más buscados son aquellos que realizan estudios de mercados y presentan resultados con sistemas como el big data, que es usado en el neuroturismo, por lo que aconsejó evaluar dedicarse a atender esa demanda.
El neoturismo es una tendencia que, en tiempos de reactivación del sector, ofrece oportunidades de investigación, desarrollo profesional y muchas posibilidades de empleo para las nuevas generaciones en la sociedad, a la par de reconocer la importancia de la accesibilidad para todos los visitantes.