Si bien es cierto que las actividades turísticas generan impactos positivos a nivel económico, también es cierto que generan impactos negativos a nivel ambiental, si es que estas no se regulan a través de una normativa ambiental, dependiendo de la actividad turística a realizarse.
Más allá del impacto económico positivo que genera, el turismo también puede ocasionar impactos adversos como el incremento de la carga sobre la infraestructura local existente, generando estrés en los recursos, producción de alimentos y prácticas culturales, debido a los incrementos estacionales e intensivos en la densidad poblacional.
Destrucción o reestructuración del ambiente natural de los recursos del suelo e hídricos y de los valores culturales, históricos o arquitectónicos sensibles, debido al desarrollo relacionado con el turismo que podrían comprometer los hábitats y supervivencia de las especies, así como también daño a los sitios sociales importantes.
La tierra y el aire también se pueden ver afectadas debido a la generación de desechos y contaminantes provenientes de varias actividades turísticas; así como también daños ambientales directos causados por el accionar de los turistas, muchas veces dentro de los ecosistemas frágiles.
Algunos ejemplos incluyen daños causados por caminar sobre arrecifes de coral o usando vehículos de todo terreno en el área de los desiertos, ya que cuando los sistemas naturales se ven afectados, estos dejan de ofrecer o reducen sus servicios ambientales como una buena oxigenación o barreras naturales, dejando a la deriva la seguridad de la salud pública y al ambiente, a través de inundaciones y erosión con posible intromisión de agua salada en el suministro de agua potable hacia la población (González, 2006).
El mal manejo de la industria del turismo puede ocasionar daño a los recursos que atraen a los turistas, por lo tanto, se debe estar atento a los cambios en la calidad del ambiente, ya que el concepto biológico de la capacidad de carga, especialmente en ecosistemas sensibles sugiere que más allá de un cierto nivel las áreas no pueden amortiguar mayor actividad turística sin depender del ambiente,
como en el caso de acceso de turistas a un parque nacional o reserva biológica, y en cuanto a megaproyectos turísticos, los impactos asociados con el turismo pueden provenir de varios tipos diferentes de actividades que oscilan entre la construcción de grandes hoteles o centros turísticos o terminales para cruceros hasta concesiones relativamente pequeñas que se enfocan en una actividad en particular como por ejemplo el buceo (Tinoco, 2003).
En las situaciones mencionadas líneas arriba, la evaluación de impacto ambiental servirá para identificar y evaluar, independientemente y en general, los impactos de todas estas acciones en la medida en que estén involucradas en el proyecto propuesto a través de las etapas de preparación, construcción, operación y cierre definitivo de darse el caso; mientras que con respecto al turismo sostenible, se requiere de una planificación estratégica y desarrollo cuidadoso, así como la implementación de controles ambientales para alcanzar el nivel de turismo ambientalmente sostenible junto con el crecimiento económico.
Referencia
Tinoco, O. (2003). Los impactos del turismo en el Perú. Industrial Data, 6(1), 47-60.
González, M. (2006). Daños ambientales directos causados por el accionar de los turistas. Edc. Abya-Yala. ISBN-10: 9978-22-59-7-8