Parque nacional del Huascarán (PNH), un lugar declarado por el Estado peruano como área natural protegida (ANP) el 1° de julio de 1975, mediante D.S. N° 0622-75-AG, después reconocido el 1° de marzo de 1977 como Reserva de Biósfera y en 1985 como Patrimonio Natural de la Humanidad, por la UNESCO (SERNANP, 2011).
El PNH conlleva el propósito de proteger la cordillera tropical más extensa del mundo con su flora y fauna, formaciones geológicas, nevados y toda su belleza escénica, ecosistemas de la cordillera blanca que constituyen un patrimonio natural, cultural y científico del Perú, cubriendo un área de 3 400 km2 que alberga la mayor diversidad biológica y cultural del mundo dentro de la zona norte y centro del Perú, abarcando parte de las provincias de Asunción, Bolognesi, Carhuaz, Huaraz, Huari, Huaylas, Mariscal Luzuriaga, Pomabamba, Recuay y Yungay en la región de Ancash.
Dentro y alrededor del parque existen varios sitios arqueológicos como “El guitarrero”, “La galgada”, “Tumshukaiko”, “Honcopampa”, “Recuay” y “Chavín de Huantar”, habiéndose registrado 33 sitios arqueológicos correspondientes a diferentes culturas influenciadas primordialmente por las culturas Chavín e Inka, a lo largo de diferentes pisos ecológicos con sus sistemas de andenería, caminos, chullpas, fortificaciones y tumbas.
El territorio del parque nacional alberga siete distintos tipos de ecosistema que incluye gran variedad de accidentes geográficos, profundos barrancos y abismos donde discurren corrientes de agua formadas a partir de unos 660 glaciares que coronan toda la cordillera a lo largo de casi 180 kilómetros desde las cercanías del nevado Champará en el norte hasta el nevado Tuco en el sur.
Hacia la vertiente oriental se ubica el callejón de Conchucos, y hacia la vertiente occidental el famoso callejón de Huaylas. Dentro del parque existen unos 27 glaciares que superan los 6 000 m s.n.m. y alrededor de unos 200 glaciares que superan los 5 000 m s.n.m. El área del parque se eleva desde los 2 500 m s.n.m. hasta coronarse a la altura de 6 678 m s.n.m. con el Huascarán, el nevado más alto del Perú.
La mayoría de los ríos que se originan en los valles de la cordillera desembocan en la cuenca del río Santa, incluyendo también al río Marañón y Pativilca, y en las faldas de las cordilleras se ubican algunas fuentes de aguas termales, cuyas aguas son utilizadas por sus propiedades terapéuticas.
En toda el área descansan unas 434 lagunas, las mismas que se han ido incrementando en número debido al calentamiento global, apreciándose extensas aguas de color turquesa como las lagunas de Paron, Laguna 69, Llaca, Llanganuco, Rajucolta, entre otras, cuyas aguas forman 41 ríos principales.
La vegetación está presente en sus diversos pisos ecológicos con sus más de 100 familias, 340 géneros y 799 especies, donde la más famosa es la “puya Raimondi” que puede alcanzar los 12 metros de altura con racimos de hasta 10 000 flores blancas con unos seis millones de semillas por planta, demorándose unos 80 años en florecer, la más larga del mundo (Alvarado, 2018).
Referencias
Alvarado, H. (2018). Capacidad de carga y estrategias de compensación en la quebrada Ulta – parque nacional Huascarán [Tesis de magister scientiae en producción animal, Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima, Perú] https://n9.cl/0of1t
SERNANP (2011). Parque Nacional Huascarán Plan Maestro 2010-2015. Lima: SERNANP.