El manejo integrado de plagas, cuyas siglas en español es el MIP, la misma que es una forma de mantener los terrenos en condiciones en que las enfermedades y las plagas estén en una población equilibrada y que el daño que produzcan en las plantas estén en el nivel económicamente aceptable,
en si el MIP es una serie de prácticas o medidas de control de enfermedades y plagas.
Según la historia, el manejo integrado de plagas, más conocido como MIP, se inició en el continente asiático (Indonesia) a fines de los años 80, y actualmente lo viene promoviendo la organización de naciones unidas para la agricultura y la alimentación – FAO en más de 40 países de todo el mundo, el MIP permite a los agricultores vigilar y controlar las plagas en sus terrenos agrícolas, reduciendo al mínimo la utilización de plaguicidas químicos costosos y potencialmente dañinos y peligrosos.
Sin embargo en nuestro País y sobre todo en las zonas andinas donde predomina la agricultura familiar y que a su vez abastece en más del 75% la demanda nacional de alimentos, las entidades oficiales que tengan que ver con la producción de alimentos como el ministerio de agricultura y hoy denominada ministerio de desarrollo agrícola y riego, no atienden al campo agrícola en su real dimensión.
Por lo que el uso de plaguicidas para el control de enfermedades y plagas de parte de nuestros agricultores es peligrosamente contaminante del suelo y de cultivos que finalmente llegara a nuestras mesas, pues realizan el uso de plaguicidas en forma indiscriminada y realizan mezclas de los mismos, hasta más de 5 plaguicidas para controlar las plagas sin ningún asesoramiento técnico.
Ya que el Estado los tiene abandonado a su suerte, por lo que urge un programa que facilite una asesoría y capacitación en manejo integrado de plagas a fin de asegurar una producción sana e inocua que sea saludable a la población.
Inclusive está en peligro la salud de las personas que hacen uso de plaguicidas peligrosos, no utilizan las vestimentas de protección recomendadas es muy común en los campos agrícolas observar a nuestros agricultores realizando aplicaciones sin ninguna protección como el uno de mamelucos, ponchos, mascarillas, guantes, botas, etc., lo que hace peligrar la salud de estas personas que trabajan con los plaguicidas.
Lo peor de todo es que vienen contaminando las aguas, los suelos y la misma atmosfera, enrareciendo el ambiente, por lo que urge la atención de los entes gubernamentales en una agresiva educación en el tema del manejo integrado de plagas.
Aquí algunas recomendaciones a fin de hacer un mejor uso de los plaguicidas en el control de plagas y enfermedades:
- Tener claro conocimiento sobre los hábitos y el ciclo de vida así como las necesidades propias de las plagas.
- Considerar el buen uso de los métodos iniciando con las prácticas agrícolas adecuadas, control físico de plagas, control etológico, control biológico y en ultima instancia se aplicará el control químico con productos permitidos por la entidad sanitaria y que sean solo de banda verde o azul y en forma restringida el de banda amarilla previa indicación técnica de un Ingeniero agrónomo.
- Del mismo modo sería muy importante la implementación del MIP, a nivel nacional, las cuarentenas y la inspección de las importaciones ayudaran a excluir las plagas, la información meteorológica también se puede utilizar para predecir la actividad nociva de las plagas.
- Por último, se debería implementar una red de centros del MIP en todo el país, para promover el intercambio de información y resultados de investigación que ayuden a erradicar en definitiva la proliferación de plaga y enfermedades en la producción de alimentos.