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Juan Quispe Rodríguez
jquispe@unah.edu.pe

Si bien es cierto que el uso de fertilizantes en la agricultura ha contribuido a elevar los rendimientos de los cultivos alimenticios, incrementando la producción y productividad, de la producción agrícola, es también inobjetable que a medida que las plantas y el suelo transforman el fertilizante en nutrientes útiles,


se generan también subproductos que son gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N2O) y metano (CH4) entre otros.

Los fertilizantes han sido incorporados en los terrenos agrícolas desde tiempos atrás en millones de toneladas de nitrógeno, fosforo y potasio básicamente con el fin de aumentar los rendimientos de los cultivos y abastecer los mercados demandantes a nivel global, incrementándose el mismo en la época floreciente de la “revolucion verde”.

Según datos de investigación se anota que hubo una aplicación en exceso  de los fertilizantes químicos so pretexto de la urgencia de una mayor producción con la utilización de tecnologías en base a químicos así como para el control de las plagas que han ocasionado en el tiempo, la degradación de los suelos, en consecuencia estos se vuelven cada vez más improductivos.

La aplicación excesiva de fertilizantes inorgánicos ha ocasionado en el medio ambiente la eutrofización, la toxicidad de las aguas, la contaminación de aguas subterráneas, la contaminación del aire, la degradación del suelo y de los ecosistemas, desequilibrios biológicos y reducción de la biodiversidad, siendo los principales impactos negativos de los fertilizantes inorgánicos sobre el agua la lixiviación de aguas subterráneas y superficiales.


La lixiviación de nitratos, a consecuencia de algunas prácticas agrícolas no adecuadas facilita su infiltración en aguas subterráneas y superficiales los mismos que afectan negativamente la salud humana por el consumo excesivo de nitratos.

Fuente: Biofábrica Siglo XXI |

Del mismo modo, la bibliografía manifiesta sobre los impactos negativos en el suelo son la variación del pH, deterioro de la estructura del suelo y deterioro de la microfauna que son los responsables de la presencia de micronutrientes para las plantas, y por último, el efecto en el aire se debe principalmente por la aplicación inadecuada de los fertilizantes, con respecto al fertilizante a base de fosforo, que es esencial para el desarrollo de las plantas.

El principal impacto negativo que causa al medio ambiente es la aceleración del proceso de eutrofización en los cuerpos de agua que conduce a la floración de cianobacterias, con respecto al exceso de potasio podría decirse que afecta negativamente a la planta, causando daños por el sodio (debido a la reducción de la absorción de agua), Obstruyendo otros elementos (especialmente sodio, boro y magnesio).

Finalmente, el exceso de fertilizantes tiene como consecuencia que las plantas crezcan débiles y se espiguen demasiado, además las puntas de las raíces pueden quemarse por el alto nivel de sales que contienen estas sustancias, por lo mismo los investigadores y agricultores en el campo manifiestan que los suelos se están “muriendo” a causa de una aplicación desmedida de los fertilizantes, sin un análisis de suelo que nos diga cuanto de fertilizante aplicar en cada cultivo, por lo tanto la consigna es salvar los suelos tal vez con el uso de materia orgánica principalmente antes de usar los fertilizantes químicos.

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