Una educación ambiental se mantiene en un proceso continuo en el que los individuos y la comunidad se sensibilizan sobre su ambiente y adquieren tecnologías, habilidades y destrezas que enmarcarán su accionar dentro de la solución de los problemas ambientales a corto y largo plazo, toda vez que este tipo de educación pretende un cambio comportamental del ser humano con su medio, de tal manera que se instaure una ética ambiental para el pensar y el accionar, frente a los residuos sólidos urbanos (RSU),
siendo importante la correlación existente entre ellos (1); y es que la filosofía de una jerarquización de la gestión de RSU asumida en el mundo industrializado como centro de operaciones para desarrollar estrategias de gestión, implica prevención, recuperación y disposición final de RSU que incluye topografía, densidad poblacional, formas de transporte, tipos de almacenamiento, normativas ambientales, entre otros, aparte que se tiene diferentes definiciones para RSU.
En estos últimos años se han creado diversos modelos para optimizar la gestión de RSU, modelos con ventajas comparativas y competitivas que varían en sus alternativas de solución; no obstante, todos ellos tienen competencias idóneas para un eficaz diseño de gestión en RSU, lo que hoy en día ha recibido mucha atención por parte de los profesionales del ambiente, sobre todo porque estos servicios son de naturaleza complicada, pese a los considerables aspectos de costo-efectividad y carga de trabajo hacia la optimización de los sistemas de recolección, tratamiento y disposición final de RSU (2); el fundamento filosófico de esta apreciación surge de la premura en mejorar primordialmente la calidad de vida humana en una determinada sociedad.
El impacto ambiental producido por los RSU tiene amplia influencia en el ecosistema citadino sustentable y sostenible, frente a una evidente indiferencia de la población por temas ambientales afectando al ecosistema con disminución y desaparición de flora y fauna. La gestión de RSU desarrollada por los gobiernos locales a través de infraestructura operativa y administrativa es deficiente; ello se aúna la carencia de recursos financieros, así como también escasez de personal capacitado, que redunda en los asuntos de la unidad de gestión ambiental encargada de la limpieza pública, recolección de RSU;
de igual modo, no existe una óptima atención de los servicios de limpieza, con ineficiente atención en zonas periféricas, puesto que los residuos que son almacenados en bolsas de plástico son llevados a las esquinas de la calle exponiéndolos a los perros callejeros y a los vectores que circundan dichos residuos (Meléndez, 2017). Una mirada filosófica nos indica que, una programación que conlleve a la conducción de los RSU generados por actividades antrópicas hacia las instalaciones de reciclaje, en el marco de una labor uniforme entre las diversas áreas de servicio, se orienta fundamentalmente a la higiene y salubridad de la población, ya que un inadecuado manejo de los RSU puede provocar graves enfermedades a la población mundial, y aquí el reciclaje juega un papel importante porque los equipos o materiales que ya llegaron al final de su vida útil pueden ser reusados.
Referencias
- Medeiros ABA, Enders BC, Lira ALBC. Teoria Ambientalista de Florence Nightingale: Uma Análise Crítica. Esc Anna Nery. 2015.
- Chang, N.; Chang, y Chen y. l, (1997). Cost-effective and equitable workload operation in solid waste management systems. Journal of environmental engeneering, 123 (2), 178-190.
- Meléndez, A. Impacto ambiental producido por los residuos sólidos urbanos y su influencia en la preservación del ecosistema urbano en la ciudad de Puno-2014. Revista Científica “Investigación Andina”, 17(1), 197-206.