«La planificación turística en diferentes escalas como internacional, nacional, regional, local y de sitio es fundamental para alcanzar el éxito en el desarrollo, gestión y manejo de la actividad». – OMT.
En ocasiones es inevitable dejarse llevar por los impulsos para tomar decisiones que, aunque a veces resultan un éxito, otras realmente son lo contrario. En ese instante, las preguntas y dudas son en torno a, y si hubiera hecho esto, es que obvie uno de los pasos, no recuerdo los resultados que pensé al inicio o un quizás tuve que haberlo anotado.
La planificación es un punto de partida que ayuda a determinar los recursos materiales y humanos con los cuales se realizarán las diversas acciones de forma ordenada, especificadas en pasos y que forman parte de un proceso para alcanzar metas u objetivos; de esa manera se corrobora si las decisiones planteadas funcionan de manera coherente y lógica, de existir errores o resultados adversos se puede replantear y modificar el plan inicial.
En turismo es importante adoptar la planificación, ya que una adecuada planificación turística permite gestionar el manejo de los recursos o atractivos de una determinada zona, los cuales al convertirse en un producto turístico puede incluir diferentes tipos de atractivos como naturales o hechos por el hombre, hoteles, restaurantes, festividades, eventos, entre otros.
De acuerdo a la Organización Mundial de Turismo, el desarrollo de un producto turístico es un proceso en el que los bienes de un destino en particular se adecuan a las necesidades del mercado. Para el proceso de desarrollo de un destino turístico, los productos turísticos representativos del destino, deben estar de acuerdo a la marca y posicionamiento del destino.
Son estos productos representativos los que lograrán consolidarse en el mercado debido a sus diferencias y características únicas. Los productos turísticos materializan aquellos conceptos de posicionamiento del destino turístico.
En tal razón, la planificación turística constituye un requerimiento esencial para el desarrollo de la actividad turística puesto que garantiza, por una parte, la correcta integración del turismo en la economía, sociedad, cultura y medio ambiente locales, y, por otra, la adecuada satisfacción de la demanda turística, elemento indispensable para la viabilidad económica de los proyectos turísticos en un mercado turístico de competencia creciente, según la definición de Intermark Consultores.
El Instituto latinoamericano y del Caribe de Planificación Económica y Social (ILPES) considera que la planificación del turismo no debe enfocarse en la enumeración de acciones y programas, sino en la determinación de objetivos y a la identificación creativa de recursos destinados a conseguirlos, por lo tanto, se entiende a la planificación estratégica como un proceso y como un instrumento de ejecución.
Se puede inferir que, de manera general, un proceso de planificación incluye las etapas de diagnóstico, análisis y propuesta. A este plan básico se le puede agregar etapas complementarias, como la OMT que propone un proceso de 7 etapas secuenciales que pueden modificarse según el enfoque de planificación y las condiciones locales.
Las cuales son: 1. Estudio preliminar. 2. Objetivos de desarrollo. 3. Estudios y evaluaciones. 4. Análisis y síntesis. 5. Formulación del plan. 6. Recomendaciones. 7. Ejecución y gestión.