Fuente: Siemens Healthineers
Rene Antonio Hinojosa Benavides

Un nuevo estudio publicado por Liu et al. (2020) en mayo de 2020 indica que el SARS-CoV-2 que causa la enfermedad COVID-19 puede seguir activo hasta una semana en superficies ambientales regulares, por varias horas en heces humanas y hasta 4 días en la orina humana.


Este conocimiento podría ayudar a orientar las políticas de desinfección para controlar la propagación del virus. El SARS-CoV-2 se viene extendiendo rápida y destructivamente por todo el mundo, siendo muy contagioso y de rápida propagación de persona a persona, especialmente en ambientes familiares.

El control de la propagación viral depende principalmente del conocimiento de las diferentes rutas de transmisión, y es ya conocida la ruta principal de transmisión por gotitas desde el tracto respiratorio, pero el virus también puede propagarse a través del contacto con superficies y objetos infectados.

Cuando una gota respiratoria es demasiado pesada para permanecer suspendida en el aire cerca de su lugar de origen, se deposita sobre cualquier superficie circundante, de tal manera que la próxima persona que lo toque es vulnerable a la infección por contacto entre la parte que tocó la superficie y los ojos, la nariz o la boca.

La detección de un posible virus en las heces, así como en otras muestras del intestino, también ha planteado la cuestión de si la enfermedad puede propagarse por vía fecal-oral.


En este estudio se probó la estabilidad del virus en nueve objetos hechos de varios materiales, desde acero inoxidable hasta envoltorios. Después de exponer estas superficies al virus, se analizaron en busca de posibles partículas virales.

Fuente: El Periódico

También utilizaron muestras de heces y orina de tres donantes, dos adultos y un niño, a fin de determinar el número y la viabilidad de las partículas virales, encontrando que el virus se mantuvo estable en siete superficies, a saber, plástico, acero inoxidable, vidrio, cerámica, madera, guantes de látex y máscaras quirúrgicas, hasta por siete días.

En las suspensiones fecales, se encontró que el virus sobrevivía solo 2 horas, 6 horas y 2 días, en las heces del adulto 1, adulto 2 y niño, respectivamente. Esto puede significar que las heces de los niños permiten un mayor tiempo de supervivencia del virus. La supervivencia viral en la orina fue incluso más prolongada, encontrándose partículas virales infecciosas en las dos muestras de orina de adultos durante 3 días y en la muestra de niños durante 4 días.

Este estudio es muy importante, dada la dificultad para manejar la propagación del virus, siendo vital la interrupción de dichas rutas de transmisión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha aconsejado prestar atención para intervenir no solo las gotas respiratorias dispersas, sino también los objetos contaminados, o fómites y superficies.

Otro estudio reciente sugiere que los pacientes con COVID-19 contaminan su entorno de manera suficientemente extensa, capaces de transmitir el virus a muchos contactos. Para confirmar esto, es necesario averiguar qué tan estable es el virus en diversas circunstancias. El estudio actual me muestra lo letal que puede ser “una inocente sacudida” después de orinar.

Referencia

Liu, Y. et al. (2020). Stability of SARS-CoV-2 on environmental surfaces and in human excreta. medRxiv preprint. doi: https://doi.org/10.1101/2020.05.07.20094805. http://medrxiv.org/cgi/content/short/2020.05.07.20094805

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