Según la Organización Mundial de Turismo – OMT, el turismo de reuniones, también conocido como MICE (Meetings, Incentives, Conferences and Exhibitions), comprende las actividades basadas en la organización, promoción, venta y distribución de reuniones y eventos,
así como de productos y servicios, que incluyen reuniones gubernamentales, de empresas y de asociaciones; viajes de incentivos de empresas; seminarios, congresos, conferencias, convenciones, exposiciones y ferias.
Existen dos tipos de segmentos de mercado:
- Asociativo: reuniones coordinadas por sociedades, como, por ejemplo, médicas, científicas, académicas y profesionales, así como por organismos internacionales y colectivos diversos con intereses comunes (sociales, educativos, religiosos, militares, entre otros).
- Corporativo: eventos organizados por empresas y entidades privadas, como convenciones, asambleas, viajes de incentivo, lanzamientos de productos, ferias y exposiciones.
Se debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones (Promperú 2016):
- Conocer al cliente y lo que necesita. – El turismo de reuniones es un segmento con un alto nivel de especialización, por lo tanto, se debe tener como objetivo el conocimiento a profundidad del mercado de eventos, cómo funciona, cuál es su dinamismo y cuál es la competencia. Por ello, es indispensable identificar las posibilidades reales que tiene cada destino en infraestructura, productos y servicios diferenciados para este sector.
- Adaptar el estilo de ventas al perfil del planificador de reuniones. – Las reuniones cara a cara son imprescindibles porque sirven para crear relaciones de confianza, que generan negocios en el futuro. Lo importante es la ayuda que se pueda brindar al planificador, brindando soluciones a todas sus necesidades, más allá de la venta de tu producto. Solo el 6% de los organizadores de eventos declara consultar material impreso, así que la información digital es irremplazable.
- Crear una marca fuerte. – Las ciudades y los países trabajan muy duro para atraer siempre un mayor número de eventos, en un escenario donde cada día los competidores son mejores y más numerosos. Por ello, es necesario desarrollar marcas para cada ciudad que estén bajo la imagen de la marca país, teniendo como eje diferenciador la calidad de los servicios turísticos.
- Trabajar en equipo. – El trabajo colaborativo en las ventas es trascendental, ya que los organizadores de reuniones aprecian y tienen más confianza cuando es evidente que existe un equipo coordinado que asegure la viabilidad del evento en los años siguientes.
- Comunicar los logros. – Para mejorar la percepción del Perú como destino de reuniones, necesitamos mostrarnos ante el mundo y demostrar que tenemos la oferta de productos y servicios adecuados; el desarrollo y la experiencia de los profesionales; los valores que nos diferencian de los competidores y el compromiso de trabajo en equipo.
A pesar de un panorama favorable para desarrollar el turismo MICE en toda su potencia, según Paulina Endara, se puede precisar en lo siguiente:
- Falta de apoyo de parte de las entidades gubernamentales para desarrollar, promover y capacitar a los actores existentes y atraer nuevos actores.
- Falta de regularización de servicios con estándares internacionales, como por ejemplo certificaciones internacionales que avalen a las empresas y profesionales que conocen de la industria.
- Falta promocionar el destino como sede de eventos internacionales.
La clave para desarrollar este tipo de turismo es potenciarlo desde diversos sectores: sector privado, entidades gubernamentales, la academia, entre otros, con el fin de resaltar aquello en lo que Perú muestra fortalezas y hacer frente a los obstáculos que frenan al desarrollo del turismo enfocado en negocios (Ambito,2019).