El término Bleisure es un acrónimo de las palabras “business” y “leisure”, negocio y ocio, y hace referencia a aquellos viajes cuya motivación principal es laboral, pero durante el cual el viajero aprovecha para disfrutar del destino (Asociación Española Gestores Viajes Empresa AEGVE,2018).
La experiencia de viajar siempre despierta el interés y la curiosidad por conocer el destino, a pesar que los principales motivos son de trabajo y de reuniones con fines distintos a la recreación, durante la estadía el hecho de observar, escuchar e informarse a través de los diversos medios tecnológicos que tenemos a la mano, sobre las bondades del lugar, a la larga adesencadenan una serie de acciones que muchas veces terminan en decidir ampliar los días de pernoctación y matizar la experiencia con la diversión durante el tiempo libre.
El turismo bleisure es un tipo de objetivo que, teniendo una finalidad de negocio, acaba por convertirse en un breve periodo vacacional. El auge de esta tendencia proporciona a los viajeros una atractiva combinación de ocio y trabajo, garantizando mayor ahorro en sus desplazamientos y transformando rutinas y compromisos en estancias placenteras.
Progresivamente, el bleisure está abandonando su carácter eventual de tipo profesional para pasar a convertirse en todo un estilo de vida. A medida que las corporaciones normalizan esta forma híbrida, se ve con mejores ojos que los trabajadores participen en una reunión a lo largo del día, y completen la jornada haciendo turismo local con su cónyuge e hijos (BRAINSTRUST, 2019).
En cuanto al perfil del viajero bleisure, se destaca que es curioso, inquieto y dinámico, tiene una constancia por aprovechar al máximo sus espacios de ocio, así como sus responsabilidades, suelen estar conectados, por lo que, gustan del equilibrio entre el trabajo y el placer de esa forma conseguir armonía entre la realización profesional y la satisfacción personal.
Los ‘bleisure’ apuestan por visitar lugares destacables, conocer la cultura y el arte local, además de la gastronomía típica.
Generalmente, el ‘bleisure’ está en el rango de 25 y 35 años; la generación de los millennials tiene el doble de posibilidades de viajar por motivos laborales que sus progenitores, la generación de los babyboomers. Braintrust destaca su carácter flexible, además, sus pernoctaciones se prolongan entre dos a tres noches.
En esta tendencia respecto al alojamiento, Alfonso del Poyo, vicepresidente de Meliá Hotels International España sostiene que, el nuevo cliente y la propia evolución de las ciudades para fusionar ocio y negocio requieren un cambio de mentalidad, ofrecer un tratamiento personalizado compatible con la máxima conectividad, nuevas tecnologías y utilización con las redes sociales, minibares gratuitos, Chromecast en todas las habitaciones. Asimismo, un alojamiento ‘bleisure’ debe disponer de:
- ‘Lobbies’ y ‘lounges’ para breves encuentros y salas de reuniones.
- Terrazas ‘rooftop’, que se convierten en un nuevo epicentro social.
- Localización céntrica para aprovechar al máximo el destino.
- Buena oferta gastronómica y horarios muy amplios (24/7 en muchos casos).
- Diseño moderno y práctico, compatible con edificios clásicos, en muchos casos renovados, combinando tradición y vanguardia.
- Tecnología de última generación: wifi de banda ancha, aplicaciones propias para facilitar la estancia fuera y dentro del hotel.
- Facilidades para hacer deporte.