Pasaron a segunda vuelta Perú Libre y Fuerza Popular, ambos partidos reformulan sus planes de gobierno, el primero con Pedro Castillo propone destinar el 10 % del Producto Bruto Interno al sector Salud,
mientras que el segundo con Keiko Fujimori propone controlar esta pandemia con detección temprana de los casos, rastrear a los infectados, aislarlos en sus casas y otorgarles una ayuda alimentaria. A ambos candidatos les propongo 5 puntos a tener en cuenta para contener al SARS-CoV-2:
- Aproximadamente una cuarta parte de las muertes en el mundo se deben a enfermedades derivadas de infecciones, un impacto concentrado numéricamente en países menos industrializados, todavía plagados de patógenos ancestrales como la tuberculosis o la malaria. Otras van en aumento como la sepsis bacteriana, siendo preocupantes sobre todo ante la creciente resistencia a los antibióticos. Otras provienen de nuevos patógenos, como el caso de esta nueva pandemia de coronavirus.
- La COVID-19 nos ha obligado a cambiar drásticamente nuestras vidas. Nos quedamos en casa porque esta enfermedad, que aparentando tener una letalidad baja, tiene el potencial de enviar al hospital y a la UCI a más personas de las que nuestro sistema de salud puede albergar y atender. No podemos permitirnos dejar circular este nuevo virus porque todavía no disponemos de una vacuna y su impacto, especialmente en las personas más frágiles, implica tratamientos complejos y prolongados.
- PREPARACIÓN. A principios de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó las principales epidemias de influenza y la aparición de patógenos de alto riesgo entre las amenazas para la salud mundial. Estos últimos también incluyen infecciones por el virus del Zika, fiebres hemorrágicas como el Ébola, epidemias de coronavirus como el MERS y el SARS.
La OMS también advirtió que la «enfermedad X» llegaría tarde o temprano, aún desconocida pero capaz de provocar una epidemia mundial. ¿Es el último SARS-CoV-2? El caso es que lo que nos advirtieron los expertos es que, organizarse para responder a enfermedades conocidas ya no es suficiente. La consigna es “prepararse», incluso para nuevas emergencias sanitarias. - Hay un aspecto positivo que ha surgido hasta ahora de esta pandemia. Y es que los expertos en el mundo dialogan, las instituciones nacionales y supranacionales comparten información, incluso de forma rápida, y en una medida todavía muy limitada también comparten algunas decisiones. Hasta hace unos años los descubrimientos solían ser encerrados en los laboratorios y guardados por quienes se sentían sus dueños. Hoy en día la inteligencia se vuelve colectiva; crece la competencia, pero también se amplían los conocimientos y la colaboración internacional.
- APOYO A LA INVESTIGACIÓN Y LA SALUD. Espero que llegue el apoyo necesario para devolver el oxígeno también a la investigación virológica, un sector que ha sido particularmente “abandonado” en los últimos años, para poder responder a las muchas preguntas que todavía tenemos. Podremos estudiar las mejores y menos dolorosas estrategias para contener la propagación de la infección. Lo necesitamos para contrarrestar esta epidemia, que afecta especialmente a las personas frágiles, a nuestros seres queridos con enfermedades coadyuvantes del coronavirus.