No hace falta ser profeta, pitoniso, o clarividente para tener una idea de lo que le espera a nuestro planeta este año. Basta simplemente con estar al tanto de las noticias y hacer uso de un poco de lógica.
De seguro habrá:
Más conflictos bélicos en cercano Oriente, África y/o Europa del Este, migraciones masivas, masacres de soldados, civiles y niños inocentes, y nuevas mafias en todo nivel y sector de la sociedad.
Una gran recesión económica a nivel mundial, más desempleados y pobres, hambrunas, sequías, incendios forestales, olas de calor o frío, contaminación ambiental, extinción de especies animales y vegetales, terremotos, tsunamis, ciclones, etc. Pero también más combustibles alternativos y nuevas formas de reciclaje.
Probablemente un nuevo papa, más nuevos falsos mesías, así como charlatanes vividores de la angustia, ignorancia y necesidad de muchos. Y además, más avistamientos y videos de fenómenos aéreos anómalos u ovnis.
Nuevos astros del cine, la música o el deporte, nuevas películas taquilleras, y nuevos récords olímpicos y muertes de famosos políticos y artistas por enfermedad, accidente o mano ajena o propia. Algunos nuevos héroes de verdad junto a muchedumbres de indiferentes, oportunistas y cobardes.
Descubrimiento de nuevos mamíferos, peces, plantas y microbios, así como más seres vivos modificados genéticamente. Más vacunas contra nuevas variantes del covid-19 y otras enfermedades, así como aumento del narcotráfico y sus tentáculos. Computadoras más veloces, celulares más caros y más ciberadictos. Robots más “humanizados”, más aplicaciones de inteligencia artificial para mejorar la vida humana y crear nuevas formas de estafa, plagio, robo, chantaje y otros delitos.
Así que habrá, en el próximo orbitaje de la Tierra alrededor del Sol, más de lo mismo que ha padecido y gozado la humanidad con algunas novedades geopolíticas, sociales, científicas y tecnológicas.