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Thomas Edison dijo “la visión sin la ejecución solo es una alucinación”, así como “las buenas ideas con mala ejecución seguirán siendo simplemente ideas”.
Los “Objectives and Key Results”, iniciales en inglés de esta metodología, que en español quiere decir Objetivos y Resultados Clave, no son otra cosa que la determinación de metas corporativas o de cada dependencia y la medición de sus resultados.
Es una herramienta estratégica que asegura los esfuerzos de la empresa y se enfoca en los puntos clave, permite referenciar y monitorear la forma en la que se alcanzan los objetivos, que deben ser específicos, con límites en el tiempo, agresivos pero realizables.
Los objetivos estratégicos de una empresa son medibles y verificables, se plantean a largo o corto plazo, se miden de acuerdo al cumplimiento, eso quiere decir que los avances no se contabilizan hasta que los resultados se completen, eso se logra cuando la formulación es correcta. Estos resultados se acompañan de buen juicio y liderazgo.
Se puede aplicar a todo tipo de empresa, en el caso de las más pequeñas se convierte en una herramienta de supervivencia, su prioridad en este tipo de empresas es el financiamiento y el fortalecimiento del capital, por ejemplo, el lanzamiento de un producto, la cantidad y los tiempos para el cumplimiento del objetivo.
En el caso de las medianas empresas, la metodología OKR, permite delimitar la misión y las expectativas de la organización, se priorizan las actividades y permite a los empleados desarrollar los procesos con facilidad en una administración vertical u horizontal.
En las grandes empresas son directrices que señalan el camino a seguir, permiten autonomía, creatividad y exigencia en los empleados. Con esta metodología los objetivos tienen horizonte claro, con mediciones exactas y concretas, normalmente los resultados se traducen a números azules, reflejado en ganancias, ventas, clientes, riesgos, satisfacción, calidad, crecimiento, etc.
Los OKR, deben estar emparejados con la cantidad y la calidad del producto o servicio, eso quiere decir que los resultados no solo son cuantitativos, sino también cualitativos. Otro factor relevante es el compromiso del talento humano, que permite una buena comunicación, conocimiento y transparencia en los procesos.
Una excelente estrategia de comunicación en todo el personal es el Balanced Scorecard, que puede usarse en conjunto con los OKR, y estos a su vez pueden medirse con los KPIs (indicadores de gestión). Los OKR son sucintos, específicos, medibles y deben culminar con el logro de un objetivo; en promedio pueden plantearse diez al año; garantiza el crecimiento y el éxito de la organización y se sostiene en un buen planeamiento estratégico.