En Huanta me acostumbré a tomar desayuno y lonche con mate de hojas de coca endulzado con hojitas de estevia por lo que tenía que hacer una siesta después de almorzar y dormir con interrupciones en las noches.
Por motivos de tiempo, pues trabajaba dictando clases en la Universidad Nacional Autónoma de Huanta (UNAH) en las mañanas, almorzaba fuera de mi alojamiento, en restaurantes donde se cobra el menú, con sopa y segundo, desde 7 soles (en Lima se paga a partir de 10) e incluso uno puede pagar al crédito.
Además, en una zona del segundo piso del Mercado Central se puede comer la deliciosa chanfainita y otros platos por 5 soles.
Aparte de las comidas que se consumen en cualquier parte del Perú, como cau-cau, caldo y arroz con pollo, estofado, seco, tallarines, lomo saltado, arroz a la cubana, etc., acá, en esta ciudad de la sierra peruana, hay bastantes platos hechos a base de trucha, chuleta de cerdo, cuy y ternera.
Por supuesto, no faltan los pollos a la brasa (o rostizados) desde 15 soles el cuarto, ni la comida de influencia china con sopa wantán, arroz chaufa, tallarines con verduras, etc. a 10 soles el plato más económico (ningún chifa huantino pertenece a algún compatriota de Confucio) y las pizzas con toda clase de ingredientes y para todos los gustos.
Tampoco faltan las cebicherías en locales o carritos ambulantes aunque, evidente y comprensiblemente ofrecen el plato de bandera del Perú, hecho con pescado congelado, no fresco, traído de la costa del país. Asimismo no se carece de helados artesanales o de marca, ni de bebidas gaseosas habiendo botellas personales de plástico de marcas muy reconocidas con contenido desde 600 mililitros y no de 500 como las que abundan en Lima.
Los fines de semana iba al Mercado Mayorista o de Productores, los sábados, o a la Feria de Piscotuna, los domingos, para comprar frutas como naranjas, manzanas, plátanos o paltas a precios muy económicos y consumirlas la siguiente semana.
A todos los restaurantes y mercados uno puede ir a pie pero si se tiene prisa o se lleva a casa productos varios, se puede tomar uno de las muchos moto taxis que abundan y cobran por lo general desde un sol con cincuenta céntimos. No hay ni son necesarios los micros, buses y taxis para movilizarse dentro de la ciudad al ser relativamente pequeña. Además, hay una cantidad de particulares que manejan su propio automóvil, moto, bicicleta y hasta escúter eléctrico.