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Hoy en la actualidad en nuestro país y en la mayoría de países de Latinoamérica está ocurriendo algo peor que la pandemia de la COVID 19, por sus consecuencias irreversibles en la vida de los suelos y la salud de las personas y que los mismos son responsables de la producción de alimentos para la humanidad,
esto sucede por la aplicación de una agricultura convencional moderna que no contempla el cuidado del medio ambiente ni la conservación de los recursos naturales como es el suelo y el agua, que se ve afectada básicamente por el uso excesivo de agro químicos, la contaminación y el maltrato de los suelos y el agua.
El uso excesivo de agroquímicos, sobre todo los plaguicidas que nuestros agricultores utilizan para el control de plagas y enfermedades a fin de reducir la incidencia de estos en los cultivos, afectan tremendamente la calidad de los suelos y el agua, pues la aplicación sin ningún control ni asesoramiento por parte de especialistas está afectando tremendamente la reducción de la fertilidad de los suelos, que según manifiestan los especialistas por el uso de estos plaguicidas se generan muchos problemas ambientales a nivel regional y global, siendo uno de los principales problemas la destrucción de los ecosistemas naturales, la infertilidad de los suelos, la perdida de cultivos y la contaminación del agua.
Sin embargo la mayoría de los agricultores no son conscientes de la gravedad de los efectos negativos que ocasionan la aplicación de estos plaguicidas en los cultivos y en el medio ambiente,
mas aun si vemos que en estos últimos tiempos son introducidos grandes cantidades de plaguicidas sin ningún control por parte de las instituciones que tienen que ver con este tema, ocasionando perdidas de la fertilidad de los suelos, daños en los cultivos y lo peor crean afecciones severas en la salud de las personas por consumir estos alimentos producidos de esta manera.
Entonces será necesario que en el futuro Los profesionales vinculados al sistema agropecuario deberán hacer ejercicio de sus profesiones con una visión amplia, integrando la parte ambiental, social y productiva del sector agropecuario donde las universidades jugarán un rol fundamental, es necesario que frente a la falta de asesoría y capacitación respecto al uso de plaguicidas por parte del estado, así como los ingenieros agrónomos deberán desarrollar un espíritu crítico y compromiso social, siendo actores fundamentales en la práctica de una agricultura sustentable.
Del mismo modo, es importante informar a los organismos decisores de políticas públicas tener muy en cuenta estos acontecimientos que a la larga afectaran la salud de las personas y la degradación de los suelos, asegurar la producción de materias primas y los alimentos sin afectar la salud de la población y del medio ambiente, contar con información científica sobre la presencia de residuos de plaguicidas en el ambiente, y tener en cuenta además en qué condiciones ambientales deseamos vivir nosotros y nuestras generaciones futuras.