En un hecho sin precedentes la inteligencia Artificial (IA) vino para quedarse y mejorar tanto la enseñanza como el aprendizaje, ya que ha emergido como una tecnología disruptiva con el potencial de transformar la educación a nivel global, desde la personalización del aprendizaje hasta la automatización de tareas administrativas, la IA está reconfigurando la forma en que estudiantes, educadores y administradores interactúan con el proceso educativo, motivo por el cual el presente ensayo examina los principales usos y efectos de la IA en la educación, analizando sus beneficios, desafíos y las implicaciones a largo plazo en el ámbito académico, su impacto en la administración y política educativa, así como los riesgos y desafíos que conlleva su implementación.

A pesar de sus numerosos beneficios, el uso de la IA en educación presenta varios riesgos y desafíos. Uno de los principales es la privacidad; el manejo de datos personales sensibles requiere estrictas medidas de seguridad para proteger la información del estudiante. La recopilación masiva de datos plantea interrogantes sobre quién tiene acceso a esta información y cómo se utiliza, surgiendo otro desafío que es el sesgo algorítmico; ya que si no se gestionan adecuadamente, los algoritmos pueden perpetuar desigualdades existentes, de tal manera que es fundamental garantizar que las herramientas basadas en IA sean justas e inclusivas para todos los estudiantes (Balea et al., 2021).

Ciertamente, existe una preocupación creciente en la comunidad intelectual sobre cómo la implementación masiva de IA podría afectar el rol del docente, ya que si bien es cierto que estas tecnologías pueden servir como apoyo, no deben reemplazar integralmente la interacción humana esencial en el proceso educativo. La formación continua para educadores es crucial para garantizar que puedan integrar efectivamente estas herramientas sin perder su papel fundamental como guías y facilitadores del aprendizaje, aunque existe un cierto riesgo potencial relacionado con la dependencia tecnológica; si bien las herramientas basadas en IA pueden facilitar el aprendizaje, también pueden llevar a una falta de habilidades críticas si los estudiantes se vuelven demasiado dependientes de estas tecnologías para resolver problemas o aprender nuevos conceptos educativos (Area, 2019).

La IA está configurando un nuevo paradigma educativo que ofrece oportunidades significativas para mejorar tanto la enseñanza como el aprendizaje; sin embargo, es esencial abordar cuidadosamente los riesgos asociados con su implementación para maximizar sus beneficios mientras se minimizan sus desventajas. Ante lo vertido, la clave radica en encontrar un equilibrio entre el uso de tecnología avanzada y métodos pedagógicos tradicionales que fomenten un aprendizaje crítico e inclusivo, planteándose importantes desafíos, como la necesidad de asegurar una implementación equitativa, la protección de la privacidad de los estudiantes y la redefinición del rol del docente. Ciertamente, el futuro de la IA en la educación dependerá de cómo se aborden estos desafíos, puesto que es imperativo que los educadores, administradores y responsables de políticas trabajen juntos para maximizar los beneficios de la IA, al mismo tiempo que minimizan sus riesgos, garantizando así que la IA sea una fuerza positiva en la educación global (Area, 2019).

Referencias:
  1. Area, M. (2019). La enseñanza universitaria digital: fundamentos pedagógicos y tendencias actuales. https://acortar.link/p8LUPA

  2. Balea, F. J., González Martel, T. D. C., Santana Fierrez, A., & Reyes Sarmiento, L. J. (2021). Impacto de la pandemia COVID-19 en la docencia del grado de educación infantil.https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8258314

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