La consecuencia de que existan pocos rellenos sanitarios en todo el territorio nacional, ha contribuido que los botaderos se conviertan en uno de los problemas más latentes actualmente. En el Perú, más del 40% de los desechos sólidos terminan en botaderos. Por lo tanto, el tratamiento de los residuos sólidos se convierte en un problema ambiental y de salud con consecuencias a nivel social y político.
A diferencia de un relleno sanitario donde los residuos reciben un tratamiento adecuado de acuerdo a Ley General de Residuos Sólidos 27314, Los botaderos son lugares donde los residuos sólidos se depositan sin tratamiento alguno; funciona sin ningún criterio técnico y donde no existe ningún tipo de control sanitario ni se evita la contaminación del ambiente; por lo tanto, el aire, el agua y el suelo son dañados por la formación de gases y líquidos lixiviados, quemas y humos, polvo y olores nauseabundos. A todo esto, se suma el que son el ambiente adecuado para la presencia y proliferación de incontrolables poblaciones de vectores biológicos, transmisores potenciales de diversas enfermedades. Si bien están situados en áreas abiertas y alejadas de las ciudades al principio, pero con el crecimiento urbano no planificado en la mayoría de los casos, los botaderos terminan ubicándose muy próximo a las viviendas, generando múltiples problemas ambientales y de salud.
La problemática de los botaderos gira principalmente en torno a que los desechos no pasan por un debido procesamiento ni separación por categorías de materiales, lo cual hace que los niveles de contaminación sean muy elevados. También muchas veces en los botaderos existen recicladores sin ninguna protección adecuada, estando en contacto con diferentes microorganismos que se desarrollan y estos afecta no solo en la salud de los recicladores, sino también de sus familias en el hogar y de las personas con el que llega a estar en contacto; al respecto se ha demostrado que estadísticamente la mayoría de las enfermedades de la población aledaña se debe a la presencia de los botaderos. Otro de los problemas que encontramos es la formación de lixiviados, que son aquellos líquidos que se crean por la descomposición de los residuos sólidos. Estos líquidos son una de las principales fuentes de contaminación del agua y el suelo.
Una vez establecido un botadero, es muy difícil eliminarlo. Una alternativa es que se conviertan en rellenos sanitarios, pero el principal problema es que no cumplen las condiciones que exige la Ley General de Residuos Sólidos 27314, por lo que es muy complicado convertirlos. Otra posibilidad es clausurar y rehabilitar el lugar sin contaminación ambiental; sin embargo, en el Perú existen muy pocas experiencias en esto. En este sentido, la atención a los botaderos para mejorar las condiciones ambientales y de salubridad es un desafío impostergable, más aún cuando la legislación peruana prohíbe expresamente el uso de los botaderos como medio para la disposición final de los residuos sólidos.
Excelente articulo Manuel
Excelente articulo compañero Manuel