Mirtha Yanina Coronado Cárdenas

El hombre como ser natural es parte de la naturaleza, es decir, parte del todo. Por tanto, como ser racional, poseedor de una inteligencia y voluntad libre,


tiene la capacidad de actuar de una u otra forma, llegando a adaptar la realidad a sus propias necesidades, utilizando y perfeccionando la naturaleza.

Sin embargo, con el paso del tiempo, la relación armoniosa entre el hombre y la naturaleza se ha desestimado, puesto que, el ser humano poseedor de libertad se ha creído con derecho absoluto sobre ella. En lugar de administrar los recursos naturales en un marco de respeto hacia la realidad y las generaciones futuras, se ha dedicado, con sus ansias de poder, a utilizarla de modo arbitrario, actuando como un ser irracional y sin dignidad.

Por tanto, en este contexto de crisis mundial, en el cual se enfrenta la pandemia del Covid-19, un virus del cual aún no se sabe cómo se originó, es necesario reflexionar sobre el papel de los seres humanos en el planeta, su interacción con la flora y la fauna silvestre y, por ende, con el ecosistema; en otras palabras, cómo es el comportamiento del hombre moderno frente a la naturaleza.


coronavirus surgió como consecuencia de una alteración de la biodiversidad, ya sea por la caza indiscriminada de especies, la deforestación,


El hombre, por su voluntad libre, aplacó la furia de la madre naturaleza, enfrentándola, desobedeciendo sus leyes y explotándola de manera no equilibrada, generando la destrucción de nuestro hábitat y el de los animales silvestres. Por ello, aunque resulte poco comprensible para la humanidad se podría manifestar que el coronavirus surgió como consecuencia de una alteración de la biodiversidad, ya sea por la caza indiscriminada de especies, la deforestación, el tráfico de animales silvestres o la contaminación ambiental, los cuales afectaron la salud de los animales y de los ecosistemas, dejando al hombre indefenso frente a diversos patógenos, causantes de la proliferación de enfermedades que atentan contra la salud pública. Entonces, aquí surge la interrogante ¿cómo apaciguar esta presunta furia de la naturaleza manifiesta en una pandemia desatada a nivel mundial?


Fuente: Revista Semana

Según los ecologistas, el Covid – 19 y otros virus que pudieran surgir en lo posterior se pueden prevenir procurando conservar las especies, teniendo ecosistemas saludables y respetando las barreras naturales. Todo resumido en políticas de conservación, de sostenibilidad y de desarrollo del impacto ambiental, a través del cual se fomenten menor uso de vehículos motorizados, menos emisiones de CO2, entre otros.

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En suma, se puede manifestar que la principal causa de la furia de la naturaleza es el desdén que ha manifestado el hombre, quien en vez de usarla para satisfacer sus necesidades ha abusado de ella y acabó destruyéndola, generando extinción de especies animales y vegetales, deforestación, contaminación del agua y de la atmósfera. Es decir, la fragmentación de los ecosistemas y la pérdida de diversidad de especies aumentó los riesgos para la salud de la vida silvestre y, por ende, de la humanidad. Por tanto, es necesario reflexionar sobre cómo la salud de los humanos depende, en gran medida, de la salud de los animales y de los ecosistemas. ¡Amemos nuestra naturaleza y cambiemos de actitud por voluntad propia!

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