En este día de la amistad, los amigos se comunican entre ellos con mayor frecuencia, enviando regalos especiales para hacer sentir bien al prójimo, pues recordemos que nuestro cerebro también se está comunicando constantemente con nuestro cuerpo transmitiendo de nervio a nervio, sustancias químicas especiales llamadas hormonas que generan bienestar y felicidad en nuestro cuerpo.


No subestimemos el poder de las hormonas que, son neurotransmisores fundamentales para tener pasión en la vida, para la efectiva ejecución de los proyectos que tenemos, para varios emociones que van a hacer que estemos mejor, más alegres en el día a día, estos organismos microscópicos influyen en cómo funciona tu cerebro, que pueden optimizar los niveles de energía, incluso pueden controlar tus emociones y estado de ánimo; siendo pequeñas, pero de gran poder mencionaremos en este apartado a la dopamina que juega un papel importante en la regulación de la cognición, la motivación, la atención, la función ejecutiva, la locomoción, los circuitos de recompensa y la conducta sexual y maternal, entre otros procesos (Klein et al., 2019), siendo liberada tanto en el sistema nervioso (SN) como en las glándulas suprarrenales.

En el SN se libera dopamina por un lado, en una zona del cerebro denominada sustancia negra, relacionada con el adecuado funcionamiento del sistema locomotor de forma que, es así que cuando no hay suficiente concentración de esta hormona, hay predisposición a enfermedades degenerativas como la enfermedad de Parkinson; de otra parte, en el SN también se libera dopamina en el hipotálamo, que es esa glándula central del cerebro que se encarga de regular la fisiología de las demás glándulas y hormonas del organismo. En las glándulas suprarrenales también se libera dopamina cuando tenemos momentos de estrés, insomnio, enfrentamiento con diversas adversidades de la vida; de tal manera que, la cápsula suprarrenal libera catecolaminas como adrenalina, noradrenalina y dopamina.

La dopamina puede coadyuvar a la mejora del desempeño personal, ya que está muy asociada con el placer y la recompensa, puede motivar a realizar esfuerzos inusuales para lograr algún resultado. Investigaciones realizadas en ratas dieron cuenta de una conducta extraña, al someter estos animales a elección de dos pilas de alimentos una grande y otra pequeña, el truco es que pusieron el grande detrás de una valla, las ratas con un bajo nivel de dopamina nunca eligieron hacer un esfuerzo y trepar la valla, al mismo tiempo sus homólogas altas en dopamina saltaron la valla para llegar a la pila más grande de alimentos; esa cálida sensación de orgullo y recompensa cuando completas todo lo que querías hacer. El alcohol y otras sustancias ilegales, el café y los dulces, hacen que tu cuerpo produzca más dopamina, por lo que no es de extrañar que estas sustancias sean adictivas. Si una persona se siente deprimida y ansiosa, está con sobrepeso a pesar de sus rutinas de ejercicio, incluso después de empezar a comer de forma saludable, demostrando movimientos lentos y descoordinados de su cuerpo, de seguro tiene un bajo nivel de dopamina.


Entonces, mejoremos nuestras concentraciones de dopamina en el organismo consumiendo pescado, pollo, huevo, nueces, frejoles, queso, chocolate y un buen café en esa cena romántica por el día de la amistad.

Referencia

  1. Klein, M. O., Battagello, D. S., Cardoso, A. R., Hauser, D. N., Bittencourt, J. C., & Correa, R. G. (2019). Dopamine: Functions, Signaling, and Association with Neurological Diseases. Cellular and Molecular Neurobiology, 39(1), 31–59.  

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