En un sistema de producción caprina es esencial conocer el comportamiento o etología normal para realizar los ajustes necesarios para minimizar las pérdidas de producción y cumplir las normas de bienestar animal. La investigación sobre etología y la difusión de sus resultados prácticos pueden facilitar el manejo de los animales; de tal manera que los productores que dominen los conocimientos sobre el comportamiento caprino puedan lograr mejores resultados en la fisiología de las cabras, una especie que sigue estando al margen en este ámbito, en comparación con el ganado bovino u ovino.

Es importante considerar el comportamiento social de las cabras: las interacciones sociales generan una mayor afinidad entre los individuos de un grupo, que ocupan cada uno una posición en la jerarquía social donde abuela, madre, tías e hijas pueden reconocerse y permanecer juntas durante toda la vida, si la gestión de la propiedad no interrumpe el vínculo entre ellas, lo que facilita el aprendizaje, especialmente sobre el comportamiento en el parto y el cuidado de las crías. La especie caprina tiene un comportamiento bastante sorprendente, casi siempre muestran interés por todo lo que les rodea, estableciendo sociabilidad y afinidad entre los individuos del grupo al que pertenecen, incluidos sus adiestradores cotidianos humanos a los que las cabras se acostumbran a ver, y tienden a ser menos receptivas y más temerosas ante un cambio de manejador.

En cuanto al comportamiento nutricional, las cabras suelen mostrar comportamiento selectivo cuando se les ofrece forraje. En categorías de comportamiento se caracterizarán por el movimiento de la cabeza inclinada hacia el pasto, ociosidad, desplazamiento, rumia e ingestión de forraje (pienso, herbáceas, subarbustos, arbustos y árboles), otros comportamientos durante la alimentación como darse cabezazos en una suerte de interacción social con objetos del entorno, son considerados comportamientos agonísticos. Como las cabras son curiosas por naturaleza y sensibles a las novedades, este comportamiento puede utilizarse para mejorar el manejo de los animales, como aumentar el consumo de alimentos, ya que en entornos nuevos la cabra suele evitar la comida hasta que conozcan bien el lugar y se sientan cómodas ahí.

El amamantamiento artificial y la separación de las crías de sus madres al nacer es una actividad habitual en la cría de cabras lecheras y constituye una medida para controlar la transmisión del lentivirus de los pequeños rumiantes (SRLV). En este sentido, el análisis del comportamiento se presenta como una herramienta cualitativa que permite evaluar la respuesta de la interrelación entre el animal y el manejo. Estudios recientes indican que se tiene registrados parámetros etológicos asociados al bienestar, tales como: vocalización, intentos de huida, postura vigilante, inquietud postura, inquietud, apatía/trepidez, aislamiento y jugueteo, siendo la vocalización la más frecuente entre los parámetros comportamentales observados. La presencia de la madre tiene un efecto tranquilizador en las crías, y la separación puede producir reacciones de ansiedad tanto en la madre como en la cría, ya que los cabritos que permanecen con sus madres después del parto son más tranquilos y tienen un índice alto de bienestar animal.

Referencias:
  1. Pereira, R., De Almeida, C., Maia, A. (2021). Caracterização comportamental de caprinos-revisão de literatura. Encontro Científico: IX Encontro de Monitoria e Iniciação Científica. https://n9.cl/mn66x

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