Para que una producción ovina se considere rentable es importante mejorar genéticamente las condiciones heredadas y obtener ejemplares con mejor calidad en cuanto a su productividad.
El procedimiento efectivo para lograr este objetivo consiste en la aplicación de técnicas reproductivas como la Inseminación Artificial laparoscópica con semen congelado; es así que la Universidad Nacional Autónoma de Huanta (UNAH) viene desarrollando el proyecto de investigación “Desarrollo de Protocolos de Sincronización Estral para la Inseminación Artificial y Transferencia de Embriones en Ovinos en la provincia de Huanta” financiado con recursos del Fondo de Camisea (FOCAM) y recursos propios del Dr. Rene Antonio Hinojosa Benavides, como investigador responsable del proyecto en mención, docente de la Escuela Profesional de Ingeniería de Negocios Agronómicos y Forestales, adscrito a la línea de investigación Ciencia Animal de la UNAH.
Se ha sometido hembras criollas “cruzadas” anestesiadas localmente al proceso de biotecnología reproductiva llamado IA laparoscópica, para lo cual tenemos unos equipos especiales para dicho abordaje introduciéndolos a la altura de unos cuatro dedos de la ubre de la hembra, previa realización de dos incisiones con bisturí para el ingreso de los trocares por donde ingresaron el visor del laparoscopio y la pinza especializada para acomodar los cuernos uterinos, observando y reconociendo anatómicamente el aparato reproductor del ejemplar, ayudado por la emisión de un gas especial desde el equipo de laparoscopía. Una vez hecho la observación o diagnóstico del semoviente, se alistó la pajilla con el semen importado, en nuestro caso fue semen de la raza Dorper (cruce entre la Dorset Horn y la oveja persa) para luego realizar dicha inseminación, a fin de dar saltos cuánticos en cuanto a calidad de los ejemplares, todo ello en las camillas especiales para ovinos que dispone la UNAH.
Se preparó la “pistola” de inseminación para introducirla a través del trocar. Completado el proceso de inseminación, se realizó la desinfección del área afeitada y la sutura respectiva, aunque no fue obligatorio ya que las heridas son muy pequeñas. Cabe mencionar que las hembras fueron sometidas a una sincronización estral en dos tiempos diferentes (tratamientos) iniciado con la introducción de “esponjas” 15 días y 10 días antes de la inseminación, retirando dichas esponjas 53 horas antes de la IA; es decir se las manipuló hormonalmente para que lleguen un día a tiempo fijo y podamos introducir una genética importada con una vocación productiva especial (carne) directamente en el útero (Mellisho et al., 2006).
Se tuvo tres equipos de apoyo (EA), EA1: Traslado de borregas para el lavado, afeitado y desinfección cerca a la ubre, aplicación de anestesia, cocido de los orificios por donde ingresaron los trócares; EA2: descongelación en equipo de baño maría de las pajillas extraídas del tanque de nitrógeno, observación en microscopio de muestra de semen para determinar su motilidad; provisión de los Aspic y accesorios; EA3: asistencia con el encendido de luz y aire del equipo de laparoscopía, limpieza y provisión de trocar especializado, pinza o “vástago” y su respectiva limpieza para mejorar la visualización en cada intervención quirúrgica.
Referencia
Mellisho, E., Pinazo, R., Chauca, L. (2006). Inseminación intrauterina vía laparoscópica de ovejas Black Belly con semen congelado. Rev Inv Vet Perú, 17 (2), 131-136.
Felicitaciones estimado doctor Rene, la tecnologia y educación está distante de los agricultores andinos, sin embargo con acciones como esta se reduce la brecha entre la producción convencional y la tecnológica, gracias por ese aporte doctor hacia nuestros hermanos agricultores.