«La pandemia debería representar una toma de conciencia global sobre la necesidad de cuidarnos como humanidad y cuidar el planeta, nuestro único espacio global». – Josep Carles Rius.
El 11 de marzo del 2020, durante una rueda de prensa que parecería imposible, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la COVID-19 era una pandemia.
Algunas personas consideraron que esa declaración llegó demasiado tarde, cuando se declaró el COVID como pandemia el pasado mes de marzo, había más de 118 000 casos confirmados del virus en 114 países y más de 4 000 muertes. Por ello, muchos países europeos se cerraron esa misma semana ante el aumento de las hospitalizaciones.
Actualmente siendo un año después, Euronews afirma que hay más de 117 millones de casos y 2,6 millones de muertes en todo el mundo, lo que supone un aumento del 99 000% en el número de infecciones, escenario que ha repercutido dejando una cicatriz en la piel de nuestra nación y una marca imborrable en el calendario del siglo XXI como 2020, el año de la pandemia.
El mundo ha cambiado, todos nos hemos visto obligados a cambiar comportamientos, costumbres habituales, formas de producción y de trabajo han sufrido sus efectos debiendo adaptarse para sobrevivir. Mantenemos la interrogante si todo ello será un paréntesis en nuestras vidas o si los cambios han llegado para quedarse; además, la libertad individual ha sido alterada en aras de la seguridad colectiva y la protección de la salud por lo que la mejor decisión era quedarse en casa para estar a salvo.
Para el sector turístico marcó un antes y un después, antes de la pandemia la OMT confirmaba la llegada de 1, 5 mil millones de turistas internacionales siendo el décimo año consecutivo de crecimiento sostenible, millones de empleos generados siendo el 54% del total cubiertos por mujeres, ingresos de exportación por 1, 7 billones de dólares reflejando el 50% del total de exportación para países en desarrollo y el turismo se mostraba como un sector clave para economías avanzadas y emergentes.
Los hechos que generaron impacto al turismo internacional en el año 2020 son, 23 de enero confinamiento en Wuhan, 30 de enero la OMS declara el brote una emergencia de salud pública, 11 de marzo la OMS declara el brote una pandemia,
20 de abril el 100% de los destinos mundiales introducen restricciones de movilidad y el 1 noviembre, 27% de los destinos mundiales cierra completamente sus fronteras al turismo internacional. Mientras en el Perú, las decisiones y medidas del gobierno se alineaban al contexto mundial.
Desde el 1 de marzo del 2021, en el país se levantó la medida de confinamiento manteniendo el estado de emergencias hasta setiembre, esto ha permitido el reinicio de las actividades personales, familiares, profesionales y políticas, pero bajo la práctica de los protocolos sanitarios establecidos, lo cual apela a la responsabilidad y conciencia de cada ciudadano.
Los viajes hoy, ya son posibles, contando con la garantía del sello safe travel y el grito desesperado de la inversión privada que manifiestan tener implementado todas las medidas sanitarias.
Estamos iniciando una nueva etapa, que esperamos traiga consigo los cambios para bien ante tanta necesidad y no, más muertes que lamentar.