La villa de Huanta, fue residencia de “hidalgos”, personajes ilustres de aquellos tiempos de la colonia y un lugar de recreación para los vecinos de San Juan de la Victoria hoy Huamanga, y de la villa Rica de Oropesa hoy Huancavelica.
La historia de Huanta no podía estar ajena a los contenidos que brinda este medio digital, escribir sobre los inicios o fundación de esta tierra bendita es materia de algunas controversias, Huanta es la ciudad que anualmente celebra dos fechas con significados distintos que en los próximos artículos abordaremos.
Revisando muchos textos bibliográficos de grandes e ilustres personajes de la historia, como las Monografías de Luis E. Cavero, los manuscritos de Don Simón E. Sánchez y las publicaciones del profesor Erwin Quispe Calderón, donde relatan la historia, podemos explicar, por qué la denominación de Huanta.
Existen varias hipótesis que permiten conocer el origen del nombre de HUANTA, algunos señalan que proviene de un vocablo quechua “huantar”, que significa tierra fértil, dado a que es un lugar con grandes bondades y ecosistemas distintos. Otra concepción señala “huanti” o “huantu”, que en quechua significa cargar o levantar, sin embargo, en un pasaje de la monografía de la historia del Dr. Luis E. Cavero, señala que era el nombre del cacique de los llamados Aylluquchas.
También, se hablaba de “Guanta” a inicios de la época del dominio español, cuya denominación tuvo mayor semejanza a la actual, y a partir de entonces, recobro con mayor fuerza la denominación de HUANTA, tierra de los valientes y aguerridos pokras, pueblo heroico. Para poder conceptualizar con mayor exactitud, no se ha podido definir la fecha exacta de su fundación, se conoce que los españoles lo fundaron de acuerdo a las “leyes de Indias”, era así como lo llamaban a sus colonias conquistadas en América.
Durante su expansión por estas tierras se asentaron en la zona de Azángaro y Viru Viru, y desde allí construyeron parte de la Plaza de Armas, la Iglesia Matriz, el Cabildo o Municipalidad y un Centro de Reclusión que estaba ubicado al costado del Cabildo (Municipalidad), donde eran encerradas las personas que desobedecían los mandados.
Por el año de 1569, el cuarto virrey Lope García de Castro decretó como “corregimiento” a la villa de Huanta, y en el año de 1571, el Virrey Toledo distribuyó todas las tierras de la zona a los españoles más distinguidos y a aquellos que contribuyeron en la guerra de la conquista.
Las evidencias escritas de su creación no existen y se presume que, en la Rebelión de los Iquichanos a finales del año 1827, cuando tomaron el Cabildo (Municipalidad) incendiaron toda la documentación, entre ellas, las actas de fundación de esta ciudad. No podemos dejar de mencionar que Huanta, fue una “encomienda” o hacienda, cuyo propietario era Don Diego Gavilán, vecino notable de la ciudad de Huamanga; un encomendero, un hacendado, dueño de indios y de grandes extensiones de tierras.