La fitoestabilización, es una modalidad de fitorremediación con bajo costo de ejecución, ya que emplea plantas especializadas como principales agentes estabilizantes, toda vez que, muchas de ellas poseen la capacidad de absorber y retener metales pesados (MP) en su sistema radicular,
hojas y tallo, conociéndose a estas especies vegetales nativas y endémicas tolerantes a MP con el nombre de metalófitas, en el marco de una técnica eficaz para estabilización de los depósitos de relaves mineros abandonados y post-operativos, haciendo uso de acondicionadores de sustratos adecuados para estabilizar física, química y biológicamente suelos contaminados con MP y desechos mineros provenientes de los relaves.
Hoy en día los productores agropecuarios a nivel mundial utilizan agroquímicos para la reducción, fiscalización y anulación de las plagas presentes en sus cultivos, lo que representa un riesgo para la salud de los pobladores que se encuentran en contacto directo con estos agroquímicos que, si bien es cierto que el uso de estos puede traducirse en mayor rentabilidad para los productores, también es cierto que puede acarrear daños ambientales, ocasionando a futuro infertilidad del suelo al alterarse sus propiedades fisicoquímicas por MP como el cadmio, cromo, zinc, bario, vanadio, arsénico, cobre, mercurio, plomo y níquel entre otros provenientes de una minería irresponsable.
De acuerdo a lo manifestado por (Sánchez, 2015), en la actualidad, la contaminación de los suelos agrícolas, sucede principalmente en el sector agropecuario, debido al empleo intenso de insecticidas, con la finalidad de acelerar las cosechas y satisfacer demandas insatisfechas, como también materias primas, sumándose a ello otras actividades antropogénicas como el sobrepastoreo, la deforestación y las malas prácticas agrícolas que también provocan de manera progresiva, la degradación biológica del suelo, que se ve representada por la reducción de materia orgánica (MO).
Sin ir muy lejos, en la región de Ayacucho, se ubica los depósitos de relaves mineros de la compañía minera Tambo del Condor S.R.L – Ayacucho, donde dichos depósitos son un problema de nunca acabar, puesto que concentra desechos tóxicos con MP en mención y químicos propios del procesamiento minero que se acumulan durante el proceso de refinación y fundición,
lo que genera daños a la salud y al ambiente, ocasionados por varias fuentes como la actividad minera a través de sus relaves y el sector agrícola que hace uso de fertilizantes agroquímicos.
Tomando en cuenta lo aseverado por Medina y Montano (2014), para disminuir la concentración de tóxicos y con ello mejorar la calidad de vida tanto animal como vegetal, se cuenta con la técnica de fitorremediación en sus diversas modalidades como la fitoestabilización en donde las plantas resisten altas concentraciones de MP, impidiendo la movilización de estos contaminantes, ya que son absorbidos por su sistema radicular, impidiendo la translocación en el fragmento aéreo de estas plantas.
Disminuyéndose la disponibilidad de contaminantes, incrementando la MO en el suelo, disminuyendo la erosión hídrica y eólica, restableciendo la biodiversidad del ecosistema y beneficiando los procesos naturales del suelo, técnica que dicho sea de paso es amigable con el ambiente.
Referencias
Medina, K. y Montano, Y. (2014). Determinación del Factor de Bioconcentración y Traslocación de Metales pesados en el Juncus arcticus Willd y Cortaderia rudiuscula Stapf, de áreas contaminadas con el pasivo ambiental minero Alianza – Áncash 2013 [Tesis de Ingeniero ambiental, Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, Huaraz].
Sánchez, C. (2015). Evolución de la calidad del suelo, disponibilidad de metales pesados y vegetación en un depósito minera de la Sierra minera de Cartagena – La Unión tras su rehabilitación mediante Fitoestabilización asistida [Tesis de Ingeniero Agrónomo, Universidad Politécnica de Cartagena, Colombia].