La participación del género femenino, va generando expectativa en la creación de nuevos emprendimientos, constituyendo un pilar importante en la reactivación económica en el país, así lo demuestran cifras favorables con crecimientos sostenidos en los últimos años.
Estudios realizados por la consultora Experian, demuestran la participación de las mujeres que representa a 59 de cada 100 microempresarios, además a estas cifras guardan relación a la encuesta realizada por parte de Datum Internacional, en periodos cercanos al presente, donde los emprendimientos de las mujeres se duplicaron pasando de 38% a 63%.
Es clara evidencia, que el ímpetu de las mujeres tiene la doble fortaleza de derribar barreras que enfrentan constantemente en la vida cotidiana, con la consecuente necesidad de afrontar en el mercado laboral, las desigualdades de género, el emprendimiento resulta siendo un medio en la cual genera la posibilidad de generar su propio ingreso.
La consistencia y tenacidad femenina, se va consolidando cada vez con mayor presencia a nivel global y es innegable que cada vez más, existe mayor participación de dirigir las empresas por parte de ellas, así lo demuestran, los reportes emitidos por Global Entrepreneurship Monitor (GEM), donde las cifras han crecido hasta un 114%, con relación al número de mujeres que dirigían negocios hace 20 años.
A pesar de las limitaciones que se presentan continuamente, la falta financiamientos, acceso de crédito, carencias de políticas y acciones claras, frente a la perspectiva de género, el emprendimiento femenino, va abriéndose paso frente a estos obstáculos, con clara muestra de proactividad y decisión en salir adelante.
Es innata la capacidad de resiliencia de las emprendedoras, en afrontar a las dificultades, readaptándose frente a los escenarios impredecibles, así lo demuestran durante los tiempos álgidos por la presencia de la pandemia del covid-19, en lugar de estar simplemente resignadas frente a este hecho, continuaron con mayor ímpetu en generar ingresos y con ello contribuyendo al bienestar de sus familias.
No obstante, la capacidad de reinventarse también ha sido importante en la generación de alternativas de negocios frente a las necesidades urgentes durante esta crisis, estas experiencias también les han valido a ser parte de sus fortalezas.
Es innegable, la capacidad de motivación que poseen las mujeres que son diversas, donde prácticamente “…un 48% persiguen cristalizar sus pasiones, 43% están incentivadas en alcanzar independencia financiera y 41% buscan oportunidades que les brinden desarrollarse en el ámbito laboral”, así lo reflejaría reportes de la Consultora MasterCard Index of Women Entrepreneurs.
En el ámbito nacional, es saludable las iniciativas recientes realizadas por la administradora de fondo de pensiones AFP Integra en alianza con Compartamos Financiera, en lanzar un programa “Mujeres Imparables”, iniciativa que tiene el propósito de mejorar la situación económica y social de las mujeres emprendedoras, otorgándoles las herramientas necesarias para desarrollar, potenciar y adaptar sus negocios, muchos de ellos han sido afectadas duramente por la pandemia.
El programa está dirigida a mujeres entre las edades de 26 a 39 años. Los rubros de emprendimientos van a la venta de ropa, accesorios o textiles, venta de alimentos, bodegueros. Se espera que el programa al culminar en mayo del 2022, logre beneficiar a más de 1,300 emprendedoras.
Fuente:
Peru21
Newsweek