Las acciones colaborativas de organizaciones internacionales se constituyen en actores clave en fortalecer ecosistemas de emprendimiento y financiamiento de proyectos que favorezcan en lo económico y social.
Hace varias décadas la participación de la cooperación internacional en el mundo, ha sido un pilar fundamental en el desarrollo y el Perú no ha sido exento de estos beneficios, constituyéndose en el eslabón clave en impulsar emprendimientos nacionales.
Debido a ello diversos programas internacionales vienen trabajando de cerca, y para el presente año 2022, dentro de sus planes estar el de orientar estrategias financieras en temas de inclusión digital, sostenibilidad ambiental con impacto social.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Estado Bavario para Sudamérica, la embajada de Israel y el Programa Suizo de Emprendimiento, son las instituciones y fuentes principales de financiamiento, sosteniéndose en sus experiencias ganadas con resultados auspiciosos como es el caso del BID.
La orientación hacia lo tecnológico yace en uno de los desafíos centrales a alcanzar competitividad, productividad y sostenibilidad en el país, priorizando la transformación digital al mundo no digital y promoviendo el desarrollo de innovaciones con fines de generar soluciones ante los problemas del cambio climático.
Otros de los grandes desafíos que se pretende alcanzar, es fortalecer y aportar a las relaciones comerciales con un fuerte foco en innovación y tecnología para el desarrollo sustentable. Buscando permanentemente iniciativas innovadoras con capacidad de realizar de cooperación con otros países.
Los programas de aceleración internacional e inversión tecnológica están en busca de descubrir a los startups peruanos interesadas en internacionalizarse hacia la comunidad europea, ofreciendo soluciones innovadoras en sus distintos servicios. En el caso de la comunidad de Israel en enfoque principal de trabajo está a nivel de cierre de brechas digitales, de género y de tecnología y su puesta está en la mira de las regiones del Perú.
La característica importante del emprendedor peruano está su capacidad innata de asunción de riesgos, aprovechar al máximo su capacidades y recursos, y a la vez se muestra competente, empeñoso, buscador de oportunidades. A pesar de crisis los emprendedores son optimistas respecto al futuro, deseosos de expandir sus negocios y con alta predisposición a adquirir conocimientos y desarrollar sus habilidades.
Éstas son concordantes al programa suizo de emprendimiento, que fortalece los ecosistemas de startups e innovación. En ese sentido, uno de sus tres pilares está vinculado a la movilización de capital inyectando en el año un fondo de 20 millones de dólares, destinado bajo la opción de venture capital.
Estas iniciativas y puesta en marcha de proyectos de emprendimiento impactan de manera directa a los empleos, crecimiento y desarrollo social. Dinamiza la economía, generando mayores niveles de competitividad y productividad.