Después de un amargo episodio, que trajo consigo paralizaciones forzosas, por la presencia de la pandemia, puso en evidencia dificultades operativas de miles de emprendedores en el Perú.
En ese contexto, es sabido que afectó claramente a este sector, tal como demostraría a través de un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), revelando “…que 8 de cada 10 negocios en América Latina y el Caribe fueron afectados fuertemente por la crisis, enfrentaron y enfrentan, problemas de retrasos por falta de condiciones y recursos necesarios para su operatividad”.
A nivel nacional, trascendió que muchas de las personas perdieron sus empleos más 2.3 millones, ante esa nueva realidad muchos de los emprendedores recurrieron a préstamos, según estudios realizados por consultores especializadas el caso del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), mencionan que el “…75% de los peruanos usó sus ahorros para sostenerse y sobrellevar la crisis. Además, se sumaría en el presente, la cantidad de peruanos pobres aumentaría a 27% y mas de 4 millones quedarían en situación de vulnerabilidad”.
Los retos exigibles que asumiría el nuevo gobierno, deben promover las actividades empresariales y sobre todo deberá estar de cerca con los emprendedores, quienes son el motor del desarrollo nacional. Impulsando la formalización, digitalización y fortalecimiento. Además, debe tomar medidas concretas y rápidas en el marco normativo, para hacer más atractivo el ecosistema de emprendimiento e innovación.
Es necesario, que se deba de promover que las empresas se relacionen con los emprendedores, a fin de buscar mecanismos que dinamicen y generen espacios de innovación en sus productos. No solamente bastará con la asignación de recursos económicos, sino que se debe de promover su sostenibilidad en la generación de mercados y acceso a opciones de financiamiento y facilidades tributarias urgentes y necesarias.
La exigencia, debe darse desde el ejecutivo y legislativo impulsar desde sus competencias, espacios el acceso a herramientas tecnológicas y financieras, desde la innovación del uso de aplicaciones, marco normativo, incentivos tributarios, creación de mercados internos y externos generando oportunidades comerciales,
acompañamiento formativo desde la academia, que alcancen oportunidades del uso de herramientas diferenciadoras con el fin de gestionar adecuadamente sus negocios.
La existencia de una verdadera transformación en el ambiente digital, que a través de ella se logre capitalizar oportunidades comerciales, más aún teniendo la clara experiencia de las circunstancias conocidas, y que éstas deban constituir las fortalezas que requiera.
Seguir apuntalando esfuerzos a través de las compras nacionales, como parte de los estímulos a nivel productivo. El acceso al capital de trabajo y financiamiento es otros de puntos importantes a tomar en cuenta. Impulsar debidamente la formalización de las empresas, acceso a beneficios, capacitación permanente en materia empresarial, legal, tributaria u otros de importancia real.
Se espera un escenario alentador y de recuperación económica, priorizando atención a sus necesidades, disminuyendo la excesiva regulación de las actividades, la eliminación de barreras y la generación de políticas claras.
Fuente:
América Economía