El kiwi kiwi (Actinidia deliciosa) es una fruta muy deliciosa y apreciado por munchos, este fruto según estudios de investigación1 contiene nutrientes y fitoquímicos asociados relacionados con el bienestar del sistema inmune, como son la vitamina C, E y K, folatos, carotenoides, potasio y polifenoles.
El kiwi contiene vitamina E y ácidos grasos Omega 3 y 6, por lo que ayuda a fluidificar la sangre y mejorar el estado general de las arterias, así como contribuye a prevenir trombos y coágulos, y enfermedades como la trombosis, la angina de pecho, derrames cerebrales e infartos.
Para su cultivo2 durante su desarrollo vegetativo requiere de temperaturas que no deben ser menores a 7ºC, por debajo de la cual la planta frena su crecimiento, a su vez, las primaveras frías pueden generar deficiencias en la brotación, floración y en el cuaje de los frutos, pueden generar flores con escasos óvulos y en consecuencia, fruta con pocas semillas, como resultado, las bajas temperaturas en primavera pueden causar aumento del raleo y de la proporción de fruta pequeña, por otro lado, cuando la planta está en estado reproductivo durante el verano, las temperaturas superiores a 30ºC pueden causarle también el estrés, sobre todo si se combinan con una baja humedad relativa y viento.
En cuanto se refiere a la humedad relativa, el ideal es un 75%., por debajo del 60%, la planta comienza a estresarse y aumenta la evapotranspiración, como se mencionó arriba, si la humedad relativa es baja y se suman altas temperaturas y viento en verano, la planta se verá afectada, los efectos se observarán en la producción de brotes, el largo de los brotes y la producción de fruta, las cortinas forestales protegen la plantación de dicho estrés en condiciones de baja humedad en verano al reducir la intensidad del viento, por lo que es un factor más que favorece el desarrollo del cultivo de kiwi.
Según la bibliografía con respecto al requerimiento de agua es alto durante todo el crecimiento vegetativo (se da en primavera y verano), desde fines de noviembre (momento de cuajado del fruto) hasta marzo, como se mencionó anteriormente, los altos requerimientos de agua en esos meses hacen necesario que los productores rieguen la plantación, ya sea por el sistema de microaspersión o goteo,
es muy importante tener en cuenta el contenido hídrico del suelo para no excederse con el riego, el kiwi es muy susceptible al encharcamiento por lo que requiere un suelo bien drenado, de textura media (franco a franco-arenoso), con un pH ligeramente ácido (5,5 a 6,9) y bajo contenido de sales, a la hora de elegir un terreno para plantar se debe tener en cuenta que el suelo conserve las características fisicoquímicas necesarias para producir kiwi
Seguidamente damos a conocer los beneficios que trae consigo el kiwi, un alimento rico en antioxidantes y vitamina C.: Filtra los rayos solares, favorece el sistema inmunitario y combate la anemia, ayuda a la digestión, sirve para adelgazar y no retiene líquidos mejorando la circulación de la sangre y los huesos.
En cualquier caso, comer el kiwi fortalece el sistema inmunitario, actúa como antioxidante, combate los altos niveles de colesterol y mejora la calidad de la piel, del mismo modo el kiwi, en cualquiera de sus variedades, es una fruta de elevado valor nutricional, con mayor densidad de nutrientes que otras frutas de consumo habitual, los resultados de los estudios realizados sugieren que el consumo diario de kiwi puede ser una estrategia efectiva para la promoción de la salud y prevención de numerosas enfermedades.
Bibliografía
- Ana M. López-Sobaler; Aránzazu Aparicio Vizuete y Rosa María Ortega Anta (2016) Beneficios nutricionales y sanitarios asociados al consumo de kiwi, versión On-line ISSN 1699-5198versión impresa ISSN 0212-1611, Universidad Complutense de Madrid.
- María Ángela David, Alejandra Yommi y Enrique Sánchez (2020) Elección del terreno y plantación del cultivo de kiwi, Estación Experimental Agropecuaria Balcarce, INTA Ediciones, ISBN 978-987-8333-45-8