El desarrollo agrícola en cultivos de exportación de la Región Ayacucho

El desarrollo agrícola y seguridad alimentaria van de la mano, porque es el conjunto de actividades económicas y técnicas relacionadas a la concurrencia de factores de producción de alimentos

como el cultivo de la tierra, manejo del agua, prácticas agrícolas en su manejo en el ecosistema o medio ambiente, comprende una demanda global de servicio de la alimentación mundial, dependiendo en su gran mayoría de las técnicas para hacer producir la tierra. La misión del ente rector en este aspecto es el ministerio de Agricultura, quien debe apoyar el desarrollo del sector agropecuario, de modo tal que éste tenga un desempeño eficiente y competitivo, acorde con las dinámicas de desarrollo sustentable en el mediano y largo plazo, desde el punto de vista económico, social y ambiental, acorde con la modernidad.

Dicho esto, en la región Ayacucho tenemos gran demanda de productos “bandera” que debería promocionarse no solo en el mercado interno sino también en el mercado externo, toda vez que los productos producidos en esta región tienen una ventaja comparativa superior a otras zonas lo que le hace atractivo para satisfacer la demanda internacional.

Según el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Ayacucho exhibe una gran variedad importante de productos para exportación debido sobre todo a los buenos rendimientos obtenidos a la fecha por las características climatológicas y topográficas favorables, destacando el cacao, la tuna, cochinilla, el barbasco, la tara, la palta, lúcuma, entre otros. Según se dice de acuerdo a un análisis de la demanda externa, oferta y potencial exportador, generación de empleo y articulación.

Literalmente existen políticas agrarias en nuestro país que aun requieren ser implementadas con más atención, cuyas estrategias deben considerar, la implementación de un desarrollo agrícola integral y permanente en la que se consideren todos los factores intervinientes en la producción: Estado promotor, productor organizado, agentes de provisión y comercialización, créditos supervisados, organización de productores insertados en una cadena productiva con visión de futuro y sobre todo con una asesoría técnica y capacitación in situ bajo la metodología de Escuelas de campo y el principio de “Aprender haciendo”.

Se deduce que para ser competitivos en el mercado no solo se requiere tener una oferta exportadora que satisfaga la demanda, sino que los agentes que intervienen deben estar inmersos en la cadena productiva, participen de manera integrada y eficiente, logrando la especialización dentro de cada actividad que permita la generación de productos con valor agregado.

La tendencia de los mercados internacionales se orienta hacia la exigencia de buenas prácticas agrícolas que se convierte en una herramienta efectiva para garantizar a los clientes un producto que ha sido manejado adecuadamente y sean productos elegibles por los consumidores, y que además se debe aprovechar la existencia de las cadenas de distribución de otros productos exportables en el mercado internacional, para el ingreso de estos productos a los mercados ya desarrollados.

Para que el desarrollo agrícola sea sostenible, es necesario desarrollar capacidades agrícolas en la población del lugar, creando posibilidades de fuentes de trabajo en la población, de esta manera no solo se desarrolla la competitividad y el aspecto social en la región Ayacucho, sino que en el futuro puede ser referente para otras regiones de nuestro país y con distintos productos.

Así mismo, el estado debe desempeñar un rol promotor y facilitador para el éxito de un desarrollo agrícola integral, estableciendo políticas favorables al agro a través de las entidades públicas apoyados por el sector privado, a través de alianzas estratégicas donde se incentive la investigación y la implementación de nuevas tecnologías,

Finalmente, para garantizar el éxito de un desarrollo agrícola en la región Ayacucho con productos de exportación, es necesario contar con una infraestructura adecuada impulsada por el estado en forma integral y complementada por el sector privado con mejoramiento de las vías de acceso, implementación del riego tecnificado, apoyo financiero supervisado, asistencia técnica y capacitación continua desde la elección del terreno hasta la comercialización del producto.