Los datos publicados en el mapa de seguimiento interactivo de la UNESCO revelan una pérdida aproximada de dos tercios de un año académico en todo el mundo debido a los cierres de las aulas frente al COVID-19.
Un año después del inicio de la pandemia de COVID-19, más de la mitad de la población mundial estudiantil, que superan 800 millones de estudiantes, siguen manifestando interrupciones en su educación, por el cierre total de las escuelas en 31 países hasta la reducción de los horarios académicos en otros 48 países.
A inicios de la pandemia, las escuelas cerraron por completo durante una media de 3,5 meses, exactamente 12 semanas, dicha cifra se eleva a 22 semanas, que representaría a dos tercios de un año académico. Con cierres variados según regiones, desde 5 meses en los países de América Latina y el Caribe, dos meses y medio en Europa, y sólo un mes en Oceanía.
Los gobiernos se esforzaron en reducir el cierre a nivel nacional pasando de 190 países en abril del 2020 a 30 países en la actualidad, favoreciendo los cierres parciales, hoy en 101 países las escuelas están totalmente abiertas.
El Director General de la Unesco Audrey Azoulay dio a conocer que, los cierres prolongados y repetidos de los centros educativos tienen un creciente coste psicosocial para los estudiantes, incrementándose las pérdidas de aprendizajes, riesgo de abandono escolar, afectando a los sectores más vulnerables, y recomienda que el cierre total de las escuelas debe ser el último recurso y su reapertura garantizando la seguridad, una prioridad.
Otro dato interesante es que antes del COVID- 19, solo uno de cada cinco países demostraba un gran compromiso con la equidad en la educación a través de financiación. En la celebración del día internacional de la Educación, la UNESCO pide a que se incremente y mejore la inversión de la educación, ya que el sector sólo recibe un 0.78% de los paquetes de ayuda en todo el mundo y se reducirá aún más en un 12% por la coyuntura que atravesamos.
Por un regreso seguro la UNESCO, solicito que 100 millones de docentes tengan prioridad en las campañas de vacunación. La UNESCO y la Alianza Mundial para la Educación y las Naciones Unidas, destacan la necesidad de proteger y movilizar un financiamiento equitativo e innovador con sistemas educativos más resistentes e inclusivos, para que los “héroes de la comunidad” puedan hacer escuchar su voz.
En el “Día Internacional de la Educación”, proclamado el 24 de enero, la Asamblea General de las Naciones Unidas resalta que la educación fortalece la paz y el desarrollo, la educación de calidad, inclusiva y equitativa permitirá acabar con la pobreza que hoy deja en atraso a millones de niños, niñas, jóvenes y adultos, el estado debe velar por la educación como eje primordial para el desarrollo de nuestro país, es hora de hacer conciencia sobre lo fundamental que es una educación resguardado por sistemas tecnológicos.