Nuestros residuos sólidos (RS) se encuentran a la deriva, principalmente porque los gobiernos locales no cuentan con unidades de gestión ambiental ni mucho menos con políticas y procedimientos para organizar y crear estas unidades, por lo que no se tiene asignado personal, fondos económicos,
y logística pertinente para su funcionamiento, causando que la entidad no tenga a disposición un planeamiento estratégico y operativo ni algún programa de gestión para el control ambiental, no obstante que se tiene incluida en su estructura orgánica el departamento de Gestión Ambiental, aunándose a ello la ausencia de políticas y procedimientos para la recolección, disposición y traslado de desechos infecciosos y particulares generados por las instituciones de salud; lo que generalmente se realiza de manera inapropiada, presentando inminentes peligros para el ser humano y el ambiente.
Es importante mencionar que nuestros rellenos sanitarios no cuentan con una evaluación de impacto ambiental respectivo, ni con un plan de mitigación para riesgos ambientales, de cercano peligro para la población aledaña a los rellenos sanitarios que, dicho sea de paso, no cuentan con planes de gestión ambiental que permitan el eficiente y eficaz ejecución de las normas ambientales para las diferentes etapas de un proyecto en actividad, ya que no se cuenta con quemadores y/o chimeneas que viabilicen el desplazamiento de gases; así mismo no se tiene disponibilidad de cunetas perimetrales que controlen las aguas de lluvia, incumpliendo las normas en general para el saneamiento de los botaderos de RS a cielo abierto (1).
La mitad de la producción de RS está conformado por materia orgánica biodegradable, con alto potencial para producir abono orgánico, lo que contribuiría al manejo sustentable de los RS.
Una cuarta parte de RS generados incluyen materiales reciclables tales como aluminio, botellas PET, cartón, envolturas de plástico, hojalata, papel, vidrio, los cuales pueden ser recuperados al implementarse de manera acertada un sistema de manejo de RS, pudiendo constituirse una fuente de ingresos para las personas de escasos recursos económicos, la otra cuarta parte restante de RS la constituyen diversos materiales que aún no tienen un precio en el mercado por lo cual deberán disponerse en un relleno sanitario con las respectivas medidas de control ambiental.
En términos generales, la generación de RS, no posee una adecuada disposición final, siendo el origen del incremento del índice de enfermedades asociadas a la contaminación ambiental, por lo que es recomendable implementar un relleno sanitario, aunado a una capacitación de la población en gestión de RS.
Así mismo es importante trabajar en un centro de producción de compost, ya sea por parte del gobierno local o gobierno regional, en donde los pobladores depositen los residuos sólidos orgánicos generados, ello enmarcado en la implementación de programas de sensibilización dirigidas a una población que desconoce acerca de los impactos negativos que ocasiona la basura en la salud y en el ambiente, como resultado de una inadecuada disposición final de los RS (2).
Referencias
- Sailema, N. (2014). El control de desechos sólidos y su incidencia en la gestión ambiental del gobierno autónomo descentralizado Municipal del Cantón Pastaza. [Tesis de magister en auditoría gubernamental, Universidad Técnica de Ambato, Ecuador] https://n9.cl/p4kli
- Gallardo, J. (2014). Evaluación y caracterización de residuos sólidos del centro poblado Picoy-Huaura [Tesis de ingeniero ambiental, Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión, Lima, Perú]. https://n9.cl/npvy7