El momento que vivimos en el contexto actual exige soluciones pragmáticas a los problemas que aqueja a la humanidad, tales como erradicar la pobreza, racionalizar el consumo y producción insostenibles, promover actitudes eco eficientes; protección y uso racional de los recursos naturales, conjugando con el desarrollo económico y social que son objetivos generales y requisitos indispensables para el Desarrollo Sostenible; estos objetivos deben abordar y centrarse en la interacción de las tres dimensiones (Económica, Social y Ambiental), y tener en cuenta las diferentes circunstancias, capacidades y prioridades nacionales.
Las teorías acerca de la formación de capital humano y el desarrollo de recursos humanos consideran a la persona un medio y no el fin, conciben al ser humano un instrumento para fomentar la producción de bienes. Es cierto que guarda relación, ya que estos son los agentes activos de toda producción; pero las personas son más que bienes de capital para la producción de bienes de consumo. El enfoque de bienestar social considera a los seres humanos más como beneficiarios del proceso de desarrollo que como participantes en él. Prioriza las políticas de distribución en lugar de las estructuras de producción.
De otro lado, el enfoque de necesidades básicas generalmente se concentra en el rubro de bienes y servicios que necesitan los grupos menos favorecidos de la población, tales como: alimentos, vivienda, ropa, atención médica y agua. Se preocupa en el suministro de estos recursos y servicios en lugar de priorizar las oportunidades de las personas; sin embargo, el desarrollo humano conjuga la producción y distribución de artículos de consumo y el fomento de las capacidades humanas. Asimismo, no plantea solamente la satisfacción de necesidades básicas, sino considera adicionalmente un proceso dinámico de participación. Este enfoque es aplicable en países desarrollados o en vía de desarrollo.
El propósito del desarrollo humano es ampliar todas las opciones, no solo el ingreso; es por ello que se considera en este enfoque cuatro elementos relevantes: productividad, equidad, sostenibilidad y potenciación. El mensaje se expresa en términos económicos y sociales, las políticas y las inversiones productivas facultan a las personas aprovechar al máximo sus capacidades, sus recursos y sus oportunidades (Evento de Desarrollo Social, Ginebra, Suiza, año 2000)
También orienta las políticas en superar la pobreza y atender las necesidades básicas de todos; dichos esfuerzos deben incluir eliminación del hambre y malnutrición; el establecimiento de la seguridad alimentaria y el suministro de educación, empleo y medios de vida, servicios de atención primaria de salud, agua potable y saneamiento, vivienda adecuada y oportunidades de participación en la vida social y cultural.
A manera de conclusión
Diversos estudiosos, investigadores y líderes sociales han indagado sobre los problemas sociales y económicos que agobia a la humanidad, producto de ello han planteado teorías, hipótesis, enfoques diversos; sin embargo, las brechas sociales de pobreza, hambre, limitación a la satisfacción de las necesidades básicas, así como no contar con saneamiento básico y acceso a una buena salud y educación de calidad siguen vigentes e incluso podemos asegurar que se han incrementado en el siglo XX y XXI respectivamente. Frente a ello, cabe la pregunta, ¿Qué hacer para solucionar estos problemas acuciantes y urgentes que agobia a la humanidad?
En tal virtud, consideramos que el Desarrollo Sostenible se erige como una alternativa que lo vienen adoptando diversos países en el contexto actual y esperamos que su implementación signifique acortar las brechas sociales mencionadas, orientada hacia una mejor calidad de vida de la humanidad.
Bibliografía consultada:
- Andia, Walter (2,016). Gerencia Social. – Ediciones “Arte y Pluma”.- Lima – Perú.
- Lescano, Jorge, et al (2,015). Manual del Desarrollo Sostenible. – Editorial Macro. – Lima – Perú.
- Desco (2,015). Hacia Otro Desarrollo. – Talleres Gráficos de Roble Rojo. – Lima – Perú.