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Hasta el momento actual, mi elaboración conceptual del arte, de acuerdo a las clases del curso de “Arte e interculturalidad” y a mis reflexiones y experiencias personales es que el arte nace de un “impulso creativo del ser humano” con el motivo de manifestar un conjunto de ideas,
deseos, emociones y sentimientos por diferentes vías: tanto conceptuales de carácter científico, literarios y poéticos a través de la transformación de la palabra, así como por la creación de colores, sonidos y formas bi y tridimensionales.
No obstante, mi concepto de arte se extiende al mismo existir humano y a todos los ámbitos de la vida; por ejemplo, el arte de saber combinar los alimentos y cocinar. Sin embargo, el mayor arte para mi es el arte de saber resolver los problemas de tu vida diaria, de crear la vida que quieres sin dañar a otros, el arte de saber relacionarse y el arte de saber mantener tu cuerpo y tu mente en continua salud; eso, también es arte.
A partir de este “impulso creativo artístico” del ser humano se enlaza en el contexto sociohistórico en el que uno nace y crece y, es ahí donde cobra sentido “el artista y la época” de José Carlos Mariátegui, donde las creaciones artísticas no están divorciadas del contexto político, ideológico y sociocultural del artista generándose una dialéctica, en este caso concreto de carácter Marxista.
Sin embargo, mi concepto de dialéctica es distinto, es decir, sobre mi idea de dialéctica, (no de carácter marxista en cuanto a ideología política, sino dialéctica en cuanto a una característica esencial del ser humano, la tierra y el universo, es decir, estamos sujetos a una polaridad y dialéctica dinámica existencial nos guste o no.
La enfermedad, las crisis, los conflictos ocurren en la ruptura de esta dinamicidad dialéctica natural o en su mala gestión), el ser humano va optando por diferentes opciones que se le presentan a su capacidad de percepción y transformando la realidad que percibe y observa en diferentes manifestaciones artísticas que adoptan diferentes formatos y sentidos.
Es por ello por lo que el arte se convierte en un instrumento de evolución o “involución” del ser humano a nivel personal y social con múltiples funciones, incluso como forma de predecir las sociedades futuras.