El entorno dinámico que promueve las distintas actividades empresariales en el mundo, cada vez más, exigen a las empresas generar nuevas alternativas de negocios, a fin de alcanzar objetivos comunes, enfocando en lograr oportunidades en nichos de mercado específicos.
Es evidente, en la propia necesidad las empresas se planteen estrategias para mejorar sus productos y/o servicios, disminuir costos, afianzar su presencia y lograr ventajas competitivas, que le hagan ser diferentes en comparación a los demás. Estas medidas en ocasiones no logran promover procesos que les permitan competir en los mercados que participan.
En esa orientación, de generar estrategias a nivel de cooperación – competencia, constituyen nuevas alternativas a fin de lograr alcanzar a formar alianzas con diversos competidores y a partir de ella, aumentar sus niveles de capacidades en la búsqueda constante de generar negocios. Estos niveles de cooperación – competencia, son denominadas coopetencia.
La característica primordial a través de la coopetencia es que las empresas entran a un nuevo escenario con una dinámica de relaciones empresariales a nivel estratégico, dejando de lado la competencia tradicional en el que ambas buscan desesperadamente diferenciarse uno con respecto al otro en un mercado altamente competitivo.
A través de la unión estratégica, se traduce a la necesidad de cubrir necesidades en nichos de mercado definidos, con el apoyo de un nivel de especialización alcanzada en ambas partes, a fin de coexistir esfuerzos en un beneficio común y alcancen ventajas competitivas frente a las demás, iniciando acciones colectivas con sus competidores, generando expectativa y valor en el mercado.
En esta generación de valor competitivo, se deriva de esfuerzos conjuntos fortalecidos con el conocimiento previo, experiencia, disponibilidad de recursos y capacidades relevantes. La competencia de las empresas trata de explorar recursos adquiridos a través de la cooperación en función a sus conocimientos y su capacidad de absorción para utilizarlos a futuro como ventaja competitiva.
En tal sentido, la coopetencia en términos más amplios “…se produce cuando dos empresas cooperan en algunas actividades de negocio, a la vez que compiten entre sí. Por lo tanto, los elementos de cooperación y competencia están presentes. Esto significa, que dos empresas podrían cooperar coordinando sus operaciones de compra y aprovisionamiento de servicios, al mismo tiempo que están compitiendo en las áreas de fabricación y comercialización” (Morris, Kocak y Ozer, 2007, p.36).
Estas experiencias hoy en día, se pueden visualizar con diversos casos, que han logrado identificar oportunidades, tomando en cuenta experiencias particulares de empresas que no lograron enfocar adecuadamente sus estrategias y se vieron mermados en pérdidas económicas en la búsqueda contante de poder diferenciarse con los demás.
El aspecto colaborativo, se incide en las industrias de la aeronáutica, electrónica, automoción, donde toma relevancia redes multifuncionales promovidos por actividades de colaboración y competición entre empresas. En el ámbito nacional, se tiene las empresas ligadas a los servicios en el transporte comercial, buscando nuevas formas de hacer negocio, el caso gastronómico promueve características singulares por el nivel de experticia y oportunidades generadas en la cadena.
Fuente:
Journal of Small Business Strategy.